martes, diciembre 04, 2007

Supongo que algún día dejaré de llorar. Bueno, lo sé. Sin embargo, no hago más que encontrar retazos de ti que llevan las lágrimas a mis ojos de manera incontrolable y en los sitios más insospechados. Me gustaría que fueran las hormonas, pero sé que ninguna regla dura tanto, sé que es lo que toca porque, como me dicen por ahí, me ha llegado el luto y hay que pasarlo.

No sé qué ha sido más difícil, pero está claro que mi situación no lo está siendo, porque nunca me ha gustado ser la mala (que me da igual lo que digan muchos, que lo soy, lo sé, lo asumo), porque no soy mala y todo lo que hago es por intentar que ninguno sufra, que las cosas sean fáciles.

Y olvido fechas por no recordarlas, y evito mensajes por no hacernos más daño, y dejo a un lado el teléfono para que las voces no se quiebren.

Sigo, continuo, levanto la cabeza, me visto de sonrisas y aparco los pensamientos que me golpean porque sigues ahí y tendré que hacer más pequeño mi espacio hasta que sea capaz de no temblar sólo por ver tu nombre.

Y dudo de todo, sabiendo que no dudo, que estoy firme en mis convicciones (Alaska me ha enseñado mucho), pero que duele, duele, duele, duele y el corazón se encoge dentro del pecho, y las noches se vuelven a hacer largas, y los días pasan eternos, y la desesperanza acampa a sus anchas, aunque cada vez le dejo menor espacio porque amar es demasiado grande como para que se acabe en una persona.

Si el amor tiene fecha de caducidad, deberían ponérsela también al desamor, al menos así tendría el consuelo de un día concreto en el que me despertaré y sabré que pasará el día y no pasará nada, que leeré tus palabras y ya no serán afiladas, que pensaré en lo que sea y no vendrán las lágrimas.

Foto de Joana Miranda, extraída de http://www.olhares/.com

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese día aparecerá cuando menos te lo esperas, ya verás...
Que bien describes el desamor Arwen, leyéndote se me ha removido alguna cosilla ya enterrada, pero me he alegrado de recordar con cariño y no con rabia...
Un besico!

Encar dijo...

¡Cómo estamos! Sin palabras. Un beso y, ya se sabe que siempre tiene que haber buenos y malos y, si no, los buscamos.

GLAUKA dijo...

Pasará. Todo pasa niña. Creo que es cosa de la Resiliencia. Sí, mujer, esa capacidad de los sujetos para sobreponerse a tragedias o períodos de dolor emocional. Cuando un sujeto o grupo humano es capaz de hacerlo, se dice que tiene resiliencia adecuada, y puede sobreponer a contratiempos o, incluso, resultar fortalecido por los mismos. ... ¿no ves que de amor ya no se muere? (lo digo por eso de la nota musical ;))
Si los judíos que sobrevivieron al exterminio nazi siguieron con sus vidas y hasta volvieron a sonreír, a bailar y a amar ¿no lo vas a hacer tú? (Cuestión de relativizar, no de minimarte que conste)

DUELE DUELE DUELE DUELE DUELE Y MUCHO. Lo sé. Pero RESISTE y PASARÁ, ya lo verás. HOy te parece imposible pero poco a poco lo verás.
Lo que no te aseguro es que vuelvas a ser la que eras antes: con toda seguridad te quedarán algunas cicatrices, pero son de esas que hacen valioso al sujeto portador, son heridas de guerra que el soldado muestra con orgullo: ya ha amado, ya ha sufrido, ya ha pasado todo.

El amor necesita correspondencia para sobrevivir en este mundo hostil, y en nada lo que te dolerá hasta el suplicio es no ser quien eras mientras amabas, mientras te amaban. No es ya amor hacia la persona que ya no ama ¿ves la diferencia?

Animo y paciencia. Una tilita de vez en cuando, kilos de clines para esas noches largas largas, y chistes sobre tí misma a montones, a mí me funcionó siempre y ahora sigue funcionando en otro tema preocupante eso de reirme de mí misma cuando estoy bien jodida oye. Prueba.

Churru dijo...

Claro que duele, duele muchísimo. Fíjate, me dijeron que pasaría un año, en mi caso tuvieron que pasar casi dos. Pero te prometo que un día, quizás cercano, a lo mejor no tanto, te levantarás y seguirás tu camino. Y sintiéndote, además, muy bien. Probablemente para encontrar algo mejor.

Ana dijo...

Llora, patalea, grita, duérmete de agotamiento de tanto llorar, que lo que estás haciendo es sacar el balazo (aprovechando la metáfora del otro día) con agua salada - como la del mar - que escuece mucho pero que cicatriza mucho mejor y más rápido.
Y en todo ese proceso, necesario para salir fuerte, estamos aquí... y mientras tanto, alguna sonrisa!
Besos nena!

Ginger dijo...

Arwen, no hace mucho pasé por lo mismo. No hace falta que te diga que pronto habrá acabado, porque como tú has dicho, ya lo sabes.
Lo que toca es afrontarlo, pasar el luto. Un mal trago y todo habrá acabado.

Un abrazo fortísimo con todo mi afecto.

Unknown dijo...

¿sabes que la vida es como una naranja?
si, mujer desde lejos parece atractiva, olor intenso y apetecible... para llegar a lo interesante, hay que atravesar la piel y si lo haces despreocupadamente puedes ser un poco amargo, pero al final si persigues tu meta (la mía es ser feliz) y perseveras el amargor pasa y llegas a la dulzura interior...
que también hay que saber digerir, a muchos se les atraganta, pero si la sabes disfrutar, ese sabor quedara en tu memoria, hasta que consigas repetir la experiencia. Recuerdalo, como aquello maravilloso que saboreaste, no como aquella naranja que jamas podrás volver a degustar porque ya te la comiste.
Así que no desesperes que el mundo está repleto de naranjas deliciosas y solo después de otra podrás decir si esta era mejor o aquella peor, seguro que al final lo que son es todas únicas e irrepetibles.
un consejo, yo cuando no veo naranjas apetecibles, como manzanas (traducido:el cariño lo puedes encontrar y dar a los amigos , la familia...) mientras recibe un abrazo transoceanico y unos besitos con mimos para calmar un poquito ese encogimiento del corazón

Isabel Sira dijo...

Muchas gracias a todos, os leo con detenimiento. Los días se pasan y, efectivamente, la vida hay que vivirla y hay que ser feliz, poco a poco, y con calma.
Un abrazo para todos, porque recibo vuestro cariño.

Xose dijo...

sé lo mal que es el desamor... lo que te derrumba, y una de las cosas peores es la sensación de que el tiempo no se lleva nada ni borra nada. Pero no es cierto. Un día empieza a entrar aire fresco y las cosas empiezan a verse mejor. Se tarda más, cuanto más fuerte ha sido la relación. Pero todo pasa. No tragues nada, no te preocupes de estar mal, desahógate y sácalo todo fuera. Las cosas poco a poco se irán poniendo mejor. Es una herida. Y aunque tarde, acabará cicatrizando.
Un gran beso, y ahí estamos, para lo que necesites, Arwen, guapísima

Joyce dijo...

Y todo llega, y el desamor termina. Por experiencia lo puedo decir...

Besos

Luis dijo...

Hay que aprovechar las experiencias de los otros. Para conseguir algo, hay que creer en ello.Sin duda. Sabiendo que todo pasará (y tu lo sabes), finalmente pasa.
Vamos arriiiiiibbbbaaaaa!!!!!

anthonytowers dijo...

No hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resiste. Ya sabes que todo esto pasará, mientras tanto sal y distráete.
Un beso.

Isabel Sira dijo...

Pues sí,Anthony, distracción es la palabra clave,y paciencia y tiempo...

Anónimo dijo...

Y si yo llego a leer esto... y si tu me hubieras dicho esto... Fueron demasiadas incógnitas y cometí muchos errores por miedo a cometerlos. Ojalá en la vida nos dejaran dar marcha atrás.
Ojalá algún día podamos reencontrarnos y disfrutar de lo que no pudimos. Pero juntos. Ojalá.

Isabel Sira dijo...

Supongo que siempre pensaste que yo estaba tan contenta, por eso me dio la sensación de que no me conocías. De todas formas, me temo que si la vida diera marcha atrás la conclusión sería la misma. Dolió porque toda separación duele y más si hubo tanto amor de por medio, pero tarde o temprano habría llegado. Sencillamente somos demasiado distintos y nuestras vidas siempre habrían acabado tirando por caminos diferentes. No sé si algún día se volverán a juntar, como tampoco sabía que llegarían a separarse. Al final dejé de llorar y la sonrisa no fue una máscara. A ti te ocurrirá lo mismo, si no te ha pasado ya.Y nos queda el recuerdo de que tuvimos momentos muy bonitos y aprendimos ambos.

Anónimo dijo...

Sí pero es difícil aprender cuando uno no entiende lo ocurrido. Imagino que aprenderé de no haber sabido ponerme en tu lugar y de no saber demostrar o exteriorizar los sentimientos. No creía que estuvieras tan contenta, sabía que estabas pasando un momento difícil pero no que fuera por mi culpa porque nunca me lo dijiste y desde la distancia no lo ví. Insisto que cuando me di cuenta ya habías tomado tu decisión y forzar que recapacitaras me pareció hacerte más daño. Y eso no lo quería antes ni ahora.
Me alegro de que estés bien, de verdad. Yo también pero eso no quita para que no me acuerde de ti tanto como ni te imaginas.
Ha sido una sorpresa que me escribieras aquí y, más aún, tan rápido. El otro día, repasando el correo electrónico, encontré los links que me mandaste y no me pude reprimir a releer lo leído. Hoy he vuelto a hacer lo mismo para tratar de comprender cosas. Sigo en ello.
Y ya aprovecho esto para decirte que te están llegando cartas de publicidad. ¿te las mando? ¿las tiro?
Enhorabuena por tus escritos, son realmente buenos. Besos