sábado, septiembre 29, 2007

El carril bici y yo

Como este blog estaba tomando últimamente un tono quizás demasiado serio, me he decidido a contaros mi experiencia en el carril bici. Bueno, realmente más que decidirme me ha empujado el trompazo que me pegué el otro día y cuya conclusión es tendinitis pata de ganso (no sé exáctamente lo que es pero duele un huevo) y una semanita de reposo (que he iniciado yendo a trabajar, qué idiota que soy).

El caso es que el carril bici de esta mi ciudad fue creado por motivos electoralistas. A toda prisa y a todo meter se dividieron las calles y aceras para dar cabida a un metro de pasillo verde (sí, lo han pintado de ese color para que todo peatón que se precie se crea que es una alfombra para él) sin tener en cuenta espacio sobrante para coches y personas, curvas y cruces de calles. Vamos, que el trazado debieron hacerlo con los ojos cerrados y un bolígrafo que pintaba sobre un mapa.


Sin embargo, a pesar de las curvas de noventa grados, imposibles de seguir para una bici aunque vaya a dos por hora; los desniveles que te dejan los riñones en el suelo (mi bici, ya sabéis, tiene 19 años, así que nada de amortiguación); y los conductores de coches que pasan tres pueblos de mirar a ver si circula alguien por el susodicho carril antes de lanzarse como locos a pillar al pobre ciclista que esté despistado; a pesar de todo eso estoy encantada, porque puedo ir al trabajo en bici y en lugar de tardar los 40 ó 50 minutos que tardo en bus, llego en 15 ó 20.


Pero, claro, con tanto obstáculo que salvar, algo tenía que pasarme en semejante senda del diablo. Y no, no ha sido el mal trazado, ni los baches, ni el agua que se acumula cual río en cuanto caen cuatro gotas. Han sido los malditos peatones los causantes de mi desgracia, que me tiene con la pierna en alto. En concreto, han sido un grupo de alemanes obsesionados por ir al sol (con 35 grados, ahí, para ver si pillan insolación) y la vía del tranvía, los que se pusieron en mi camino.


Y es que iba yo tan feliz y contenta con mi bici por delante de la catedral, charlando con un amigo, también en bici, sobre lo divino y lo humano cuando se nos ponen en medio unos 20 alemanes de dos por dos (¿los hay más pequeños?) que ni se inmutan al percibir nuestra presencia. De hecho, les dio exactamente igual que los peatones tengan cuatro metros de acera para moverse y los ciclistas sólo un metro y medio en el que nos obligan a estar, ellos siguieron con su charlita alemana y tal.


Así que, al ver el percal y al estar totalmente prohibido que las bicis pasen a la zona peatonal (manda narices, los peatones pueden ponerse en medio, pero nosotros al parecer debemos esquivarles volando), nos dijimos mi amigo y yo: 'no viene el tranvía, así que atravesemos la vía y nos vamos hacia la otra zona de bicis'. Dicho y hecho, pero con el estrés de estar rodeada de germanos y la luna llena cerniendo su terrible influencia sobre mí, no doblé lo suficiente el manillar de mi bici... La rueda delantera se metió en la vía del tranvía (que, por si no lo sabéis, no sirve para nada porque su recorrido se hace más rápido andando), frenó mientras la trasera de aceleraba; la bici pegó un salto, salió pelín despedida y calló con un golpe y bastante descontrolada sobre la calzada y yo, ni corta ni perezosa, opté por lanzarme hacia un lado antes que caerme de boca y dejarme los piños en los muros de nuestra querida catedral.... Derrapé uno metro y algo y me quedé allí, quieta, pensando '¿me habré roto algo?'.


El susto y el dolor se me quitaron de golpe cuando todo el grupo de alemanes, que pasó de nosotros minutos antes, se avalanzó sobre mí (yo creo que esperando verme muerta) y uno de ellos (de dos por dos, cómo no) intentaba agarrarme para levantarme. No le dejé, por supuesto, y en un inglés que todavía no sé cómo me salió le dije 'I'm fine, thanks'. Claro, que no estaba nada bien, porque el codo sobre el que caí estaba morado e hinchado, el otro brazo con un quemado por el bolso y mis pies llenos de rajitas por las rueda de la bici.


Lo más curioso de todo es que esa tarde en ningún momento me dolió la rodilla que ahora me hace sufrir. De hecho, incluso fui a mi clase de capoeira con tan sólo una molestia en el codo y, al día siguiente, fui en bici a trabajar (no fuera que con el trauma le cogiera miedo). Pero, claro mi tendón empezó a decir por la noche aquí estoy y al llegar al curro y bajarme de la bici estaba toda la rodilla morada e hinchada... Dos días han tardado los médicos en averiguar qué era lo que me pasaba...Pues que iba a ser ¡una pedazo de hostia con la bici, hombre!


Y menos mal que estoy en fase deportista total y las sesiones de natación que me pego, según el traumatólogo, algo han suavizado lo que podía haber sido peor lesión. Pero, de todas formas, con tanto tiempo para reflexionar con este reposo obligado estoy empezando a buscar soluciones a los problemas del carril bici: ¿qué creéis que es mejor, llevar una katana y rebanar las cabezas de los peatones que se pongan en medio, o añadirle a mis ruedas cortantes cuchillos para seccionar piernas?


Aunque creo que al final me conformaré con comprar otra bocina más para mi bici, a ver si sonando como un camión me respetan coches y peatones...
Imagen de Illaq

11 comentarios:

TEILLU dijo...

En mi ciudad están empezando a quitar espacio de circulación de los coches para instaurar carriles bici, dejando el mínimo espacio para que pasen coches en uno o dos sentidos, y dejar un metrito de carril bici, algo que me parece más lógico que restarle espacio a un peatón.

Desde aquí, pedirles a mis "amigos" del gobierno que, ya que están haciendo saltar la banca con el dinero de todos, dediquen una partida presupuestaria a hacer gratuito el transporte público. Si consiguieron el bautizo laico (literalmente...), qué no podrán hacer... En fins...

Besitos y salud, Arwen!!!

Isabel Sira dijo...

El problema es la mala planificación. A mí que el transporte público no se gratuito, mientras mantenga precios razonables, no me parece tan importante como que, si se deciden a fomentar el uso de la bici (que también tiene que tener en cuenta el clima, en mi opinión)hagan estudios serios sobre las formas de integrar el espacio que necesitan estos vehículos en la ciudad que ya existe.
De todas formas, apoyo tu moción, se trata de contaminar menos y hacer las ciudades más habitables.

M. Jesús dijo...

Oye chica!! sintiendo mucho este incidente o como tu bien relatas "pedazo de hostia", he de comunicarte que es el único post tuyo que ma ha hecho reir, sin lugar a duda, por ello te pido perdón, pero hija es que a quien se le ocurre utilizar el carril o más bien el "highway to hell" de las bicis??.
Espero que no sea para mucho tiempo y que sigas mejor, ya le perguntaré a suntzu por vos a ver como sigues.
Ahh!! ya me esplico como estás tan delgadita ... claro haciendo trampa con capoeira, natación y bici así tiene cualquira ese cuerpazo.
un beso y lo dicho que sigas mejor.

Isabel Sira dijo...

M. Jesús, me alegro que te haya hecho reír, no te disculpes, aunque sé que por escrito no soy muy graciosa (tampoco es que lo sea mucho en persona, sólo cuando me caigo, ja ja ja). La verdad es que seguro que salgo en algún 'vídeos de primera' español o extranjero, porque estaba la calle llenita de gente... Por cierto, si me véis en la tele avisad, que cobro derechos de imagen...
Espero ponerme bien en unos días, porque la verdad es que es un horror lo de tener que estar tirada todo el día.

UnaExcusa dijo...

Yo también me he reído. Lo siento por tu pierna y me alegro, eso sí, de que el deporte sirva para algo...

Suntzu dijo...

Mozaaaaaaa... Que Monty va a acabr contigo. Si es que elc arril bici sevillano es una trampa mortal. Y si está salteado con pandillas de guiris por medio, ni te cuento. Y tú, te vas después delo hostiazo y te poner a hacer capoeira...
Si ejque... Cuídate.

Churru dijo...

Vaya, espero que te encuentres mejor, menudo porrazo. No sé muy bien en qué ciudad vives, pero la foto me suena terriblemente a Sevilla y si es así, te diré que efectivamente el carril bici en esa ciudad es una locura (como bien se ve en tu foto, árboles en medio de la ruta por ejemplo) pero también creo que la multa para un peatón por ir caminando por el carril es bastante alta. Lástima de policía, les hubieran desplumado a los alemanes.

Regina dijo...

Madre mía, qué pobre. Espero que te recuperes pronto, que parece que eso de caerse en bici es solo cosa de niños.

Aquí hay hace muchos años carriles bici de los grandes (los llamamos bidegorris. Bide=camino, gorri=rojo, los primeros eran granates). Aquí lo que hacen es quitar trozo a la carretera, en algunos sitios de la ciudad han quitado hasta un carril entero de coches para hacer ida y vuelta para las bicis. Eso sí, las bicis pueden ir por la acera por donde no hay carril bici siempre que tengan cuidado con los peatones.

Joyce dijo...

El carril bici es fácil que sea una chapuza. Al menos mientras vayan haciendo más metros, algo avanzaremos. Lo que pasa es que me temo que no se ganan muchos votos prometiendo carril bici.

Isabel Sira dijo...

Churru, has acertado de pleno. Sevilla es mi ciudad y su carril bici es un verdadero desastre.
Dooddle, conozco los bidegorris, son estupendos, pero,claro, es que ¿qué está mal hecho en tu ciudad? Y espero que los nuevos tramos también los pinten de rojo porque, según explicó vuestro alcalde hace unos años en Murcia, está estudiado que el granate echa para atrás a los peatones y no se pasean tan alegremente como lo hacen aquí en Sevilla.
James, está claro que es bueno que se hagan carriles bici, pero insisto en que la planificación es importante.
Por cierto,mi pierna va evolucionando poco a poco, al final me han dado la baja, porque con tanto ir para arriba y para abajo en el trabajo no terminaba de curarse...

Regina dijo...

Hay cosas mal hechas, Arwen, las hay. Sólo que no las digo, que consiste en dar buena publi :P