martes, julio 03, 2007

El aquafitness y yo

Últimamente estoy muy enganchada al ejercicio físico. Empecé sólo con natación, porque me viene muy bien para la espalda, pero ahora estoy descubriendo nuevos deportes que llenan mis tardes veraniegas de algo más que calor. Así que, a mis largos habituales en la piscina, ahora he unido la capoeira y el aquafitness, que ha sido mi gran descubrimiento.


Aquafitness, para los no entendidos, es pura y simplemente gimnasia, pero mucho más entretenida porque se hace en el agua. Al principio como que no le veía la gracia, pero tras meses de moverme en la piscina entre largo y largo, porque las clases coincidían con mi cursillo de perfeccionamiento de natación y siempre me quedaba mirándolos, y comentarios de los monitores de que por qué no me dejaba de saltitos y probaba a seguir el ritmo trepidante de los ejercicios en el agua, me decidí a probar.


Nunca pensé que se pudiera sudar en el agua, pero se puede. Nunca pensé que aún tuviera músculos por descubrir, pero los tenía. Mi primer día de aquafitness fue estresante, pero también superdivertido. ¿Alguna vez habéis intentado correr en una piscina cuya agua os llega a la barbilla y no tragar agua? ¿Y levantar las piernas al ritmo de música dance, para tocar los pies con las manos? Pues si no lo habéis hecho os diré que cuesta bastante, sobre todo si vuestro peso corporal no alcanza los 50 kilos y, por tanto, con tanto movimiento de gente en el agua, más que tener los pies en el suelo los tienes medio flotando.


Y si me gustó esa primera y las siguientes clases, la masterclass que impartieron cinco monitores a la vez fue la repera. De verdad que hacía mucho tiempo que no me reía tanto, por los ejercicios que me parecían absurdos y de mí misma, arrastrada por la corriente de mi grupo de gimnasia al de al lado.
No voy a negar que la masterclass fue dura, si bien las caras de los monitores (Carolina, Javi, Ismael y Bea) antes de empezar no preludiaban cómo se las iban a gastar frente a nosotros. Imagináos, casi sesenta personas en una piscina, a mí entre ellos, luchando por hacerme un hueco en la parte menos profunda porque si no me ahogo, para después descubrir que íbamos a rotar y, por tanto, sí, tragué agua, pegué botes imposibles y luché contra corrientes humanas.


Javi, Josemi e Ismael iniciaron la clase con un calentamiento con bastante cachondeo, algún que otro pitido (Ismael no sabe que los micros inalámbricos o se colocan frente a la boca o se acoplan), y mucha, mucha marcha. Belén y yo, únicas de nuestro curso de natación que nos atrevimos a enfrentarnos al reto, hicimos piña para dejar el pabellón alto y, debo decir, que ella lo dejó más alto que yo, porque sabía plantar bien los pies en el suelo.


Tras el calentamiento inicial y con el sudor perlando nuestra frente, pasamos a la fase de 'ahora os vais a enterar de lo que es que os duela el cuerpo por partes'. Mi compi y yo decidimos empezar a las órdenes de Ismael, por aquello de que es nuestro monitor y el conocimiento es un grado... Bueno, es un grado cuando no parece que se ha tomado un algo y nos machaca con rotaciones, giros, estiramientos y demás.

Superado el estupor inicial de 'este tío quiere matarnos', nos desplazamos por la piscina para que Josemi nos hiciera trabajar un poco los brazos. Ahí es cuando empecé a tener ciertos problemillas. ¿Por qué dicen que la piscina cubre 1,20 metros si yo mido 1,63 y tragaba agua en cuanto me movía? ¿Por qué no me avisan para que haga aquafitness con plomos en los tobillos y así no salir flotando? Y es que, con tanto movimiento de brazos delante y atras, empuja y tira, un compi de masterclass y completo desconocido casi tuvo que engancharme del tobillo para que no me chocara con los de otro grupo...


Cuando ya casi iba a desistir de todo, nos tocó ponernos en manos de Bea. Que sí, que tiene cara de buena persona, y, la verdad, da unas clases muy divertidas, pero ¿no sabe que nuestras piernas pueden descoyuntarse? Aunque no debería quejarme, porque esta parte fue la que me resultó más fácil y en la que, por fin, conseguí seguir el ritmo de la música con mis movimientos. Eso sí, por mucho que insistió, no estiré la pierna tanto, o me habría caído, lo que significa, sí, lo habéis adivinado ¡tragar más agua!

La siguiente rotación nos llevó con Carolina, 'la dulce y bella Carolina', como dirían los de MClan. Claro que, seguramente, ellos cambiarían la letra de su canción si hubieran tenido que coger un palito de esos que flotan, haberse agarrado a él como tu único recurso y haberse puesto a trabajar las abdominales al ritmo de 'generation desenchanté'. Aquí sí que lo pasé mal y bien a la vez. Porque, claro, sin punto de apoyo, el grupito en el que estaba se convirtió en una familia de cucarachas vueltas del revés y pataleando que se iban de un lado para otro sin control ninguno. Una vez más, pareció que prefería el grupo de al lado porque las mareas que nosotros mismos provocábamos me llevaban frente al último monitor... La ventaja: apenas tuve que moverme para ponerme frente a Javi.


Le volvió a tocar el turno a los brazos, con unos chismes redondos que flotan y se cogen con las manos a los que teníamos que empujar dentro del agua. Muy divertido y constructivo, si no fuera porque no hacía pie, pese a que Javi no se lo creía, y cada vez que empujaba los chismitos esos, en vez de moverse ellos me iba yo para atrás.


Remate final: Bea y Carolina enseñándonos a estirarnos por parejas. Belén y yo, por supuesto, volvimos a arrejuntarnos para darnos apoyo. No tengo imágenes de esta fase, pero mejor, así no veís la pésima planta que di, intentando levantar con la espalda a Belén, bastantes centímetros más alta que yo, no veis cómo por enésima vez volví a tragar agua, ni cómo intentábamos estirarnos las piernas mutuamente sin perder el equilibrio y sin parar de reír.


En resumen, que en diciembre repito con la masterclass, aunque intentaré crecer unos centímetros o mantener la boca más cerrada...


Ah, y un reto para los que me conocen: a ver si me encontráis en la piscina, que en alguna foto estoy. A los que no sabéis qué pinta tengo os dejo intrigados, porque prefiero que vuestro primer contacto visual conmigo no sea con gorro de natación en la cabeza, que una tiene su orgullo.





13 comentarios:

Suntzu dijo...

¿Ande andas? He mirado y requetemirado las fotos y no te veo. ¿Estás de espaldas? ¡Arrggh!Esto es como "¿Dónde está Wally?".
Muy buenas las fotos y el post. Y qué monitores más monos tienes, hija.

Que lo sigas disfrutando, moza...
Un beso.

Anónimo dijo...

Jajaja, que mala eres, dinos ande andas, que debes estar mu graciosa!!
Uf, de tanto leer ejercicio me encuentro como cansaete, como me salgan agujetas te enteras el lunes!!!
Buen fin de semana apañá!

TEILLU dijo...

Arggg!! Dános alguna pistaaa!!! O si alguien la conoce... que canteee!!!

Yo rodeado del agua soy el tío más feliz del mundo; será pq almenos ahí abajo nadie fuma, nadie grita, nadie puede correr por mucho que quiera...

Un besín, Arwen!!!

Suntzu dijo...

Yo la conozco, pero no la re-conozco con tanto gorro, leches. ¿Dónde estáaaaas?

Suntzu dijo...

¡Te pillé! En la segunda foto... Por el centro... ¡Ay, qué alivio! No doy más pistas por si quieres preservar el anonimato. Ya me estaba quemando esto de verte casi a diario y no localizarte en una foto.

UnaExcusa dijo...

Menos mal que has dado pistas: estaba volviéndome loca...
Ah. Y están buenos tus monitores: pero mu chicos para mí.
Ya sabes. La edad, que no perdona.

Isabel Sira dijo...

Suntzu, muy mal por das pistas, así le has quitado la diversión a unaexcusa...
Cruzcampero y Teillu, en serio, mejor que no me conozcáis lista para la natación, porque estoy irreconocible...
Cruzcampero, si tienes agujetas ¡vente conmigo a otra clase de aquafitnees y verás como se te quitan!
Teillu, a mí el agua me da miedo, por eso, por mucha clase de perfeccionamiento que doy de natación no consigo mejorar mucho, porque a veces me angustio. Sin embargo, este año estoy descubriendo lo bien que puedo estar en el agua. Quizás sea por las razones que tú das...

TEILLU dijo...

Joé, Suntzu, te habrás quedad@ tranquil@: por el centro dice... Por el centro está el 90% del personal de la foto... Veamos, disparo: podrías ser la del gorrito azul, con la cara ladeade, pq Suntzu te conoce y le costo reconocerte, cuando casi todas las caras se ven mas o menos bien...

Acerté? Galletita?

Besitos!

PD: Y no hay ná malo en conocerte, mujer, ni que uno fuera un adonis... :P

Suntzu dijo...

Jajaja... Lo siento, Teillu. Es verdad lo que dices, pero sé que Arwen es muy celosa de su intimidad, y, a menos que ella lo diga públicamente, no voy a ser yo la que la descubra. Saludos :)

Isabel Sira dijo...

Teillu, tú sales muy ben en las fotos y, por cierto, ¡qué grande eres!
En cualquier caso, en este blog hay alguna que otra foto mía un poco más digna que la de la piscina, así que, si buscas un poco, verás mi cara...Y hasta luego puede que me encuentres por la piscina...
Un saludito

TEILLU dijo...

Gracias, Arwen, pero no estoy de acuerdo acerca de mis fotos... Y, bueno, grande... grande era el Fary, joé, que penitaaa!!! snifff! jeje A ti creo verte en tierras romanas, verdad? jeje Con todo, no consigo ubicarte en la piscina... jeje

Por cierto, Arwen, mil gracias por el enlace, no tanto por el orgullo que da leerme ahí escrito como por saber que gustas de lo que escribo y de que crees que merezco que otros también pasen por mis Caminos; es un profundo halago, te lo digo de veras. Tienes cenita pagada, que lo sepas.

Un besito!

Isabel Sira dijo...

Llego a saber que tenía cena pagada y te incluyo antes...Nada chico, me ha molado lo que he leído hasta ahora y quería que la gente que se pase por aquí pudiera echarle un ojo también.
Y, lo siento, sigo alegrándome de que no me encuentres por la piscina. Eso para cuando os apuntéis a una clase conmigo.

Anónimo dijo...

La verdad es que los beneficios de la actividad física en la piscina son innumerables. Son muchos los expertos que recomiendan hacer ejercicio en la piscina.