viernes, mayo 25, 2007

Cuando estamos cerca


Cuando estamos cerca, sólo pensar que nuestras pieles pudieran rozarse remueve mis entrañas y me estremezco. Si tus manos se acercan a mí no escucho, no veo, sólo sueño...Con las caricias.



Cuando estamos cerca, sólo pensar que pudieras recoger distraídamente el mechón que se descoloca me hace suspirar, reprimir las ganas de agarrar tu mano y llevarla a mi pelo.



Cuando estamos cerca y te juntas un poco más, la posibilidad de que nuestras caras se acerquen, nuestros ojos se encuentren, nuestros labios se deseen y se toquen muy suavemente me provoca un suspiro que sale de lo más profundo de mi alma para silenciarse en mi boca, no sea que lo escuches y se rompa el encanto.



Cuando estamos cerca, el vello se me eriza, el corazón se me dispara, la vida pasa más rápido y me gustaría que fuera otro día para saber si te rocé o me rozaste, si te besé o me besaste.



Cuando estamos lejos, sólo pensar que estaremos cerca, que, quizás, podamos tocarnos, que me mires y comprendas, me retuerce en un espasmo por suspirar por el placer que sería estar a tu lado.



2 comentarios:

UnaExcusa dijo...

Niña, desfógate este fin de semana, que está la cosa mu mala...

Estas cosas no se pueden leer por la mañana... ¡¡Que me las imagino, coño!!

Isabel Sira dijo...

Bueno, pues léela por las noches, pero quizás sea peor...Aunque creo que la peor hora es por la tarde, con la luz filtrándose por las rendijas de la persiana...