Caminar hasta uno mismo. Un largo camino la mayoría de las ocasiones, porque solemos detenernos en círculos imposibles que nos distraen con los brillos de las calles, el mundo, los otros, lo superficial que nos cubre y que, a veces, nos da miedo quitarnos ante nosotros mismos por no descubrir un alma ardiendo.
Pasamos la mano por la superficie, como acariciando un preciado tesoro y no nos importa que lo cubra el polvo mientras guarezcamos nuestros anhelos de la línea recta que nos llevaría directamente a nuestro corazón revelándonos la verdadera belleza, la pureza del ser humano en su más estricto sentido, con todo lo bueno y lo malo de lo que somos capaces, con todas las alegrías y penas que estamos dispuestos a sentir, con todo el amor y la rabia que verteríamos en los otros.
Y hermoso sería el camino que nos llevará a nuestra alma porque nos pertenecería a nosotros y nada más, porque lo trazaríamos como una ruta desconocida que, conforme anduviéramos, descubriríamos que la sabemos desde el momento en que tomamos nuestro primer aliento, porque es volver a lo que somos, a lo que nacimos y que, muchas veces, perdemos de vista en intereses equivocados porque dejamos de recordar que si no empezamos por nosotros mismos poco podremos ofrecer a los demás que merezca la pena más que un puñado de migajas de pan, porque no serán más que el polvo de nuestro ser.
Inmóviles permaneceremos frente al mundo, mientras nuestro caminar continúa en el interior de un cuerpo que sólo es el continente de lo que bulle en lo profundo y quiere salir, y, a veces, logra salir y entonces la contemplación de quien lo consigue también es hermoso, porque demuestra la cercanía a uno mismo, el conocimiento propio que irradia la luz que solemos buscar en espacios equivocados.
Andar sin movernos, porque el movimiento sigue oculto por máscaras de sociedad que intentan mantenernos en los ámbitos que, quizás, no deberíamos estar pisando en esos momentos. Andar sin movernos, porque moverse es ir a parar, porque detenidos es cuando observamos.
17 comentarios:
cuando moverse y estarse quieto es lo mismo...
Jesus niña!
Entre Uly y tú ... hoy lunes por la mañana me dais de frente!!! ... no sé si prefiero las risas de ayer ... que noooooo... que, una vez más, das forma a lo que pienso ... sólo que estoy a puntito de dar con ese alma ¿ardiendo? y estoy acojonaíta ... así que es por ello que vuelvo a correr ... aunque sabiendo que pararé y observaré, pero hoy no ... es lunes y tengo miedo ... :D
Besosmil.
Neurotransmisores, eso mismo.
Goldengate(d)...
Ana, hija, lo siento. Pues no pienses, que es muy malo y mira por dónde me está llevando a mí :D
Arriero, es muy temprano para pensar en esas cosas. Posiblemente tengas razón.
caminar, respirar, pensar
respirar, pensar
caminar, respirar
pensar
caminar, pensar, mirar
pensar, y mirar?
besis
Mejor mirar y no pensar tanto, verdad terrorista?
caminante no hay camino se hace camino al andar... Eso decía Machado (Antonio) y que razón tenía. Lo malo es que a veces caminamos en círculos y acabamos en el mismo sitio tras dar muchos traspiés. Tal vez lo mejor sea ir dejando piedrecitas por el camino como Pulgarcito. Cuidado, no migas de pan, porque la vida nos puede ir comiendo y luego no sabremos regresar si nuestros pasos nos llevan a un funesto destino. No hay que dar marcha atrás, pero a veces dos pasitos palante un pasito patrás nos llevan más lejos que doce pasos palante... ¡madre mía, como me ralló, y como cuentista es mi primer comentario! saludos
Cuentista, no sé si eres el que me ha despistado ya con creo que tres blogs diferentes o una nueva visita, así que, por si acaso, bienvenido.
En cualquier caso, andar en círculos tampoco tiene que ser tan malo, no te creas. Al menos ahí vuelves a ti, el principio y el fin de tu propio círculo, ¿no?
Pasito a pasito, por aquí.
Caulfield, ¡nos cruzamos! Sí, pasito a pasito, ya ves que voy caminando.
el mismo cuentista que viste y calza. cambio más de nick y de blog que de camisa ;-)
Pero un círculo cerrado significa algo de lo que ya no sales, lo ideal es una recta que es infinita. O si me apuras una curva. ah, espirales malo malo.
Arriero, borraste tu comentario así que no sé si leerás esto. Corrección hecha, gracias.
"La verdadera caridad empieza por uno mismo". Esto me lo decía una amiga, hace algunos años, cuando yo anduve algo perdido: haciendo el samaritano y jodiéndome internamente.
Casi lo mismo me recuerda este caminar, del que uno se acuerda y reflexiona en momentos personales de "baja altura".
Yo te leo hace tiempo...pero participo casi nada...o nada. Si hubiera tenido un correo me hubiera evitado el borrar...que, por cierto, no me gusta nada. Un saludo afectuoso y ánimo. Arriero.
Me quedo con el clásico...
Caminante no hay camino
se hace camino al andar
Un beso!
Arriero, puedes dejar los comentarios que quieras (no creo que te dé por ofender) y no hace falta que los borres, hombre.
James, los clásicos son clásico, pero también me está gustando Baricco. Tengo más frases destacadas...
Voy a tener que leer algo suyo.
Preciosa glosa, Arwen.
Suntzu, aún no terminé el libro, es sólo una reflexión que me surgió a raíz de esa frase. El libro es mucho más, de hecho, creo que pondré unas cuantas frases más, no sé si es el libro o yo...
Publicar un comentario