Dejé de escribir porque creía que así viviría más.
Dejé de escribir porque no quería volcar siempre pensamientos tristes.
Pero si escribir es el consuelo, dejar de hacerlo puede llegar a oprimir el pecho.
Adoro las palabras. Desde siempre.
Me acompañan, me definen, me construyen y construyen mi realidad.
Voy a volver a ellas.
Ellas nunca me dejaron.
2 comentarios:
Por favor ... no lo hagas, yo opino exactamente igual que tu en este post, pero a ti se te dá infinitamente mejor expresarlo.
A mí nadie me lee y lo sé, pero no por ello dejo de hacerlo pues no deja de ser un alivio soltar peso y descargar cosas de la cabezota, pues es muchisimo mejor ensuciar una "hoja" que a tu compañer@ que te aguanta sin más diariamente y ve como te undes cada día más sin poder hacer nada para evitarlo. Sigue escribiendo que tú no ensucias nada.
Manuel Jesús, es cierto que ahora mismo yo no leo a nadie, ni siquiera a ti, pero estoy segura que te leen. Y si no, como bien dices, descarga. Yo escribo aquí no para ser leída, sino para dejarme constancia a mí misma. Así que, a seguir escribiendo. Eso no es ensuciar.
Un besazo
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