domingo, enero 26, 2020

Domingo

Caminaba buscando el sol. El frío y la lluvia del invierno se le habían metido en los huesos y el alma; y su espíritu, no especialmente amante del verano, reclamaba, sin embargo, algo de calidez que calmase la oscuridad que se había cernido sobre ella en los últimos días. Con paso ligero, no entendía un paseo a otro ritmo, se deleitaba con la luz brillante y la calma. 

Porque deambular un domingo por la mañana por la ciudad no tiene nada que ver con hacerlo un sábado o un día de diario. El último día de la semana es perezoso y así también la gente, que se levanta tarde por la vida social nocturna de la noche anterior o por el puro placer de permanecer en la cama.

No es que ella no hubiera remoloneado. Pocas cosas le gustaban más que permanecer somnolente en el lecho dejando ir la mente. Al amanecer sus pensamientos eran más claros, menos peligrosos que en las noches y se podía permitir el lujo de divagar sin miedo. 

Pero hoy se había levantado algo más rápido y mientras tomaba su desayuno como le gustaba, como si tuviera todo el tiempo del mundo (lo cual le daba algún problema de retrasos en los días laborales), al ver al astro rey empujando la niebla y las nubes había sentido la repentina necesidad de caminar, de dejar no sólo a sus ideas, si no ella entera deambular sin rumbo.

Despabilada como iba, percibía aún con más claridad la indolencia de la ciudad, con calles casi vacías, y con las pocas personas que se encontraba, igual que ella, sumidas en sus pensamientos y a un ritmo totalmente cambiado con respecto al resto de la semana. No era temprano y, no obstante, parecían las primeras horas del día, por la niebla rebelde que aún dejaba jirones prendidos de los edificios y el silencio en las avenidas. 

Disfrutaba. Su vagabundeo solitario le sacó una sonrisa y dejó a sus pies ligeros. Descubrió edificios que siempre habían estado ahí y nunca se había parado a apreciar, recorrió nuevas calles viejas, contempló sus lugares preferidos y se sintió de nuevo parte y ella. 

Sus pasos perdidos la llevaron a encontrarse.

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