Mi primer encuentro fue con Kupe. Ha sido el primer blogger al que he conocido personalmente y sencillamente me ha confirmado que hay mucha gente por aquí que merece la pena. Kupe es como su blog, pero mejor. Encantadora, agradable, y muy muy inteligente. Me explicó un montón de cosas de Grenwich (ahora ya sé que se pronuncia Grinich) que bien me la habría llevado por todo Londres para que me ilustrara, me llevó a mi primer mercadillo londinense y disfruté de una charla de lo más amena. Porque ver a Kupe fue como estar con una vieja amiga. Total confianza, complicidad... ¡Y su hijo es mucho más mono en la realidad (que ya parecía difícil)!, aunque estaba malín el pobre. Ahora espero que ella pueda devolverme la visita, porque imperdonablemente no conoce mi querido sur y, vamos, no se puede vivir en Londres y no haber visitado Sevilla, digo yo. Así que, nada, desde aquí le repito mi invitación.
Después de ella, Antonio tuvo más tiempo del que yo pensaba con su curso allí y me acompañó gustoso al mercadillo de Portobello (donde encontré mi primera ganga londinense, un vestido precioso que supongo que ya luciré por aquí). Luego nos fuimos a Kensington, Hyde Park, la zona de los museos, el Soho para cenar... Y otro día lo volví a arrastrar de tiendas (pobrecito). La verdad es que me encantó encontrarlo en Londres. Llevábamos unos siete meses sin vernos (eso que vivimos a dos horas de coche en España) y lo echaba de menos. Fue muy agradable pasear con él, de tiendas, por la orilla del río, por los parques de Londres. Me encanta hablar con él, porque es fácil, porque le saca punta a casi todo, porque tiene toda la vida por delante y comparte sus planes, lo que me devuelve a mí la ilusión y las ganas también de hacer planes y de saber que queda toda la vida por cumplirlos... La pena fue que no pude acompañarlo en una de sus juergas nocturnas... Para la próxima no me lo pierdo.
El mismo día de Portobello estuvimos con Anthony, que días después me llevó a visitar Oxford. Pensaba que al final no coincidiríamos en ningún sitio, pero me dio una agradable sorpresa, así que disfrutamos de paseos, vistas y, por supuesto, dulces (si no ni él sería él ni yo, yo), pero esta vez en un entorno completamente distinto... Además de enseñarme Oxford y permitirme un cierto relax (fue él, el que se encargó de preguntar esta vez, ya tenía la cabeza yo para explotar de tanto inglés), cenamos con unos amigos suyos encantadores, que fueron mi prueba de fuego, más bien no superada. Está claro que de uno en uno vale, pero hablar con tres británicos a la vez sigue siendo todo un reto para mí: cuando mi cerebro ha procesado la información hacer cualquier comentario está fuera de lugar... Pero me lo pasé estupendamente bien, no voy a negarlo. Aunque siempre le echaré en cara que no me animara lo suficiente para comprarme otro vestido que vi. Claro, él tan contento con su camiseta...
Y para rematar mi visita, cuando ya no me esperaba quedar con nadie más y empezaba a pararme a hablar con las viejas de los parques (tened en cuenta que me gusta hablar, mucho, y viajar sola lo que tiene es que no tienes interlocutor fijo), J. me llamó porque tenía una entrevista en Londres y me llevó a probar la comida hindú (lo sé, lo sé, soy lo peor por no haberla probado antes) y dar un paseo por Candem Market... Eso sí, al final ella se fue y me dejó a mí entre las tiendas, necesité unas cuantas horas más para recorrerlo entero.
De manera que Greenwich, Portobello, Hyde Park, el Museo de Ciencias Naturales, Carnaby Street, Oxford, Candem Market, el paseo del río... Tuvieron para mí el encanto añadido de compartirlos, de reencuentros con personas que hacía bastante que no veía o que quería conocer. Porque estar sola no me habría importado, pero tener con quien sonreír por algo que me sorprende, con quien comentar la última pinta rara que pase por la calle o consultar si esta o aquella compra puede estar bien dieron más valor a mi viaje. Y me encantó comprobar las buenas personas que me rodean, porque realmente significó mucho poder verlas a todas ellas (que sabían mis nervios previos al viaje por ir sola y quisieron estar ahí para decirme 'ves, no pasa nada, al final tienes apoyo').
21 comentarios:
Bonita reflexion niña. La importancia de tener a alguien cerquita ... la importancia de querer dar pasos en soledad y saber combinar ambas situaciones. Me gusta.
Besosmil.
pd. bonito viaje ¿no?, no conzco londres ... todo se andará.
¡Qué rapidez Mencía! Y ¡qué gusto verte por aquí! Pues, lo mejor fue que pensaba que no vería a nadie, y, sobre todo los dos antonios, me dieron grandes y agradables sorpresas. Y que tuve tiempo para la reflexión en soledad también. Ah, y si vas a Londres me apunto, ¡compras! ¡compras! ¡compras! :P Besos guapa.
Yo aluciné en el Museo de Ciencias Naturales. Y Candem es infinito, y toda una experiencia.
Es una ciudad genial.
Recuerdo una vez que estuve varios minutos explicándole en inglés a un colombiano qué combinación del tube tenía que coger para llegar a su destino....hasta que llegó su compi y se me quedó cara de imbécil al escucharles hablar. En fín. Londres es aventura urbana.
:)
me hubiera encantado verte hablar sola por londres jejeje
Hombre, esos halagazos con los que me colmas, me han dado la vida. El nene sigue con ese catarrazo y ya tiene una cama nueva que le encanta pero prefiere meterse en la mía cada tres horas. Me sumo también a eso de que fue como si nos conociesemos de toda la vida y tranquilamente me hubiese quedado mucho más hablando de experiencias similares, al nene le encanta la furgoneta que le regalaste, anda todo ensimismado haciendome marcas en la pared del pasillo con sus ruedas(menos mal que un trapo húmedo funciona). Algún día espero pasarme por Sevilla para verte, estoy segura de que volveremos a coincidir. Un beso muy grande y sentido :)
Ozkelui, debo confesar que del museo vimos el dinosaurio de la puerta y la cafetería, ya sabes, otro pastel... Y Candem tienes toda la razón. Y eso que se quemó una parte... Jajaja jaja, lo de los colombianos genial, jajaja, yo andaba con mucho ojo y aún así, una vez le pregunté en inglés a una española, pero me di cuenta del error rápido...
Nils, pero es que si vienes ya no estoy sola... Y, bueno, no hablaba sola, hablaba con gente: los de las tiendas, los de los bares, los de las colas y, bueno, sí, dos señoras en sendos parques... :P
Kupe, pues espero que se le cure, porque como se pase todo el invierno así no sobrevives tú. Lo de irse a tu cama, si es que una mami es una mami, hija, y eso no lo supera ninguna cama por chula que sea... Ah, y por supuesto que volvemos a coincidir o aquí o allí (ya sabes, me falta irme de compras...).
Ay yo quiero volver a Londres!!! Que cuando estuve fue poquito tiempo y me estás dando mucha envidia. Aparte, tú tenías por lo que leo embajadores de lujo, de esos que te llevan a los trocitos de ciudad que sólo conocen los que allí viven, y se visita con más gusto.
Efter, yo también quiero volver, que ha sido poco tiempo... Y, sinceramente, mis embajadores fueron lo mejor. Tuve mucha suerte. En cualquier caso, incluso yendo sola, creo que mi Londres fue un poco distinta a la que todos ven, no sé, me dejó una sensación extraña, pero positiva.
Te los mereces, sin lugar a dudas.
Y Dios, Arwen. Tú último párrafo es absoluta literatura, en serio. Me ha resultado un post conmovedor. Y me has provocado un aluvión de recuerdos de cuando viajé también solo a Londres y Oxford, y conocí a alguna de las personas que más me marcaron en mi vida... Un beso con todo el cariño
Besos Ulyanov. Gracias.
Qué recuerdos más buenos de mis viajes a Londres, sólo o acompañado...
Me alegro de que disfrutaras.
Espero que le metieras un poco de sentido común a Kupe, jajajajajja, ya sé, ya sé, es imposible mediar en algo así.
Besos.
Peritoni, soy muy prudente. Además, no suelo dar consejos que sé que ni yo misma seguiría... Y sí, disfruté, tengo ganas de volver a ir. Tengo ganas de seguir viajando... Me temo que mis ganas de cambiar de vida se han incrementado con este viaje.
¡Pues me alegro de que no estuvieras sola todo el rato! iY de que conocieras a esa Kupeeeeee!
Y, cierto: el tiempo en Londres siempre parece poco. :)
¡Qué maravilla! Y qué envidia, hija. Me alegro de que al final pasases medio viaje acompañada.
Mañana te veo.
Suntzu, como sea la próxima la tenemos que montar juntas... Besos
Vamos, ¡que te lo pasaste pipa!
Qué pirata.
Pa qué lo voy a negar, Random, jijijiji...
Ay como nos lo montamos... Y que bien lo pasamos, haces muy bien, es lo que nos vamos a llevar... Me alegra que te ayudaran a no estar sola por allí (yo no me atrevería, además es que de inglés ni pápa...), lo agradecerias mucho. Bueno, ese modelito hay que estrenarlo pornto a ver que tal sienta, cualquier ocasión es buena para hacerlo.
Un besico apañá!!
Luc, me salté tu comentario, no lo vi... Fue una alegría conocer a Kupe, realmente lo fue. Y ¿siempre parece poco el tiempo el Londres? Que quería volver...
Cruzcampero, casi no me atrevo ni yo, pero al final me compensaron... Y el vestido es de invierno, tengo unos meses para engordar y que me siente mejor jajaja jajaja.
Qué suerte de acompañamiento blogueril, para sentirse como en casa en los londones. Así da gusto, guapa. Besos para ti y para los anfitriones, por majos. MUA!
Nanuk, la verdad es que no estuvo nada mal. Besos.
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