Tiras de un hilo y ahí sigue la madeja. Y le das vueltas en las manos intentando desentrañar sus más profundos secretos, que no son más que hilos y más hilos. La giras, la lanzas arriba, tiras una vez más, y se aprieta aún más el ovillo. ¿Será mejor dejarlo quieto, a ver si se suelta? No lo sabes. Tampoco manosearlo te ha servido de nada, así que pruebas a dejarlo olvidado en un rincón.
Y lo olvidas, y desentrañas algún hilo que encuentras arrastrado por el suelo y, sin darte cuenta, has tirado de él con el pie para recogerlo luego con la mano y ahí está, libre.
Hasta que alguien te vuelve a lanzar todo el revoltico de cordeles y otra vez comienza el dilema: ¿estirar? ¿voltear? ¿dejar estar?
Toda una vida para desentrañarlo y no sabes si el fin es dejar los hilos sueltos o permitir que formen un todo que suponga más que cada uno de ellos por separado.
El juego puede continuar al infinito y tú sentirte exactamente igual que al principio, perdido en una maraña que no sabes si significa algo por ser laberinto, o es un embrollo por el que tienes que pasar para llegar a sentirte tranquilo.
En realidad, te gustaría dejar de tenerlo entre tus manos y saber cuál es el cordón del que deberías tirar para conseguir una única cuerda estirada.
Imagen extraída de www.unabrisadeamor.blogspot.com
12 comentarios:
El hilo es imprescindible para seguir y sentirse vivo, y si no, que se lo digan a Teseo. Besos.
dificil es tirar del hilo y no sacar nudos. la vida es más telaraña que otra cosa.
¡Qué me aspen si este hilo no lo ha escrito tu gato! ¡Qué me aspen si vuelvo a utilizar una expresión tan pasada de moda como "que me aspen"!
Con muchos nudos está mi madeja...
Jajaja...
Corta la parte enredada y volverás a tener una madeja perfecta...que podrás volver a enredar a tu antojo. Y otra vez el dilema...
Umm, anónimo,pero entonces, ¿no crees que se perdería parte de la gracia? Pero lo pensaré, sí. (ay, qué poco me gustan los anónimos, prefiero un seudónimo, aunque me diga tan poco del que escribe como ese anónimo).
Enreda la parte que aún no esté enredada, que si no es aburrido... La verdad que es difícil manejar esa madeja, a veces tengo la sensación de que se han desecho los nudos más grandes y, cuando me doy cuenta, ahí están de nuevo, más y más fuertes.
Es un no parar, paupablo...
No sé tú, pero yo corto el hilo y vuelvo a enredar la madeja, soy así de manazas... Tambien puedes llamarme seudónimo. Si tu quieres, no me importa.
Es complicado.
A veces tiras y se enreda más, a veces dejas que ruede y todo va suave y sin nudos....otras todo lo contrario....debes preguntarte qué final te satisfaría más....uno en el que desenredaste nudos, u otro en el que sujetaste el cabo y la madeja rodó sola suavemente....
besos
Anónimo, ser así de manazas es lo que da salsa a la vida, ¿no? Y, bueno, si insistes, pero si se meten más anónimos os tendré que numerar...
Ozkelui, por ahora creo que voy a dejar que ruede suave o rápida y tiraré de algún hilo, por aquello de que no puedo ver cabos sueltos...
Lo tuyo y lo de firmar con el nombre es casi una obsesión...en pocos días me has pedido que nombre el autor allá y acá. Prometido que acá tambien ;)
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