La congoja se apodera del alma del caballero que batalla acompañado de sus inseparables colegas. Ese pensamiento le inunda y le confunde porque se siente solo, se encuentra solo y la soledad es la que empuja su arma frente a enemigos invisibles que son los que más daño hacen a su maltrecho corazón, dolido de tantas guerras propias y ajenas.
Los sueños de juventud parecen haberse desvanecido en el fragor de mil escaramuzas que han marcado su cuerpo como si de un mapa de historia se tratara: aquí el rasguño de la guerra tal; allá la cicatriz de una herida que casi le lleva a la muerte; acullá las marcas de la tortura. Pero esas heridas no son nada comparadas con las que el desamor, el desencanto están provocando en su espíritu y que están mermando firmemente su decisión para lanzarse hacia la muerte sin temor ninguno, único pensamiento que le ha hecho salir vivo de tamaños peligros.
La sensación de pérdida del arraigo hacia quien fuera su amada ciega sus ojos, no ya con lágrimas, agotadas después de noches y mañanas de trémulos insomnios, sino con la desesperación de saberse perdido en un mundo que dejó de ser el suyo en el momento en que erró en su camino por alejarse del símbolo de su valía. Porque el odio sólo engendra odio, la sangre sólo llama a sangre.
Y es ahora la sangre de todas sus víctimas inocentes la que clama justicia, porque la venganza murió en sus corazones en el mismo instante en que sus familias desesperadas comprendieron que nada podría devolverles lo que habían perdido. Y la justicia es resbaladiza cuando se trata de guerreros curtidos, pero en este caso, con su alma partida en infinitos pedazos imposibles de reunir, el caballero ha flaqueado y ha dejado una puerta abierta hacia la salida.
Entonces, el fragor de la lucha se torna en un silencio que puede cortar el corazón de quien, raudo, se enfrenta a su desdicha.
Foto de Susana Camoes, en www.olhares.com
31 comentarios:
Que bonito.
Me has hecho reflexionar sobre mi yo-caballero. La parte de mí que batalla sola, repaso rápido cada una de mis principales guerras y batallas, mis sueños de juventud?, mi parte desencantada, mi desesperación durante noches de pesadillas (nunca he tenido insomnio) ... el silencio cortante entre hipidos de llanto... puf! como estoy hoy ... emocionalmente intensa :).
Beso.
Ahora mismo , me siento un poco como el caballero ese...solo que me voy matando a mi mismo en lugar de luchar contra otros...si lees mi último post me entenderás mejor (espero).
Qué fácil es sentirse derrotado con el paso del tiempo. Las verdaderas batallas las libramos dentro de cada uno, día a día...
Y que no nos falte el animo para hacerlo!
Ayuda saber que de todo algo se aprende ... y si estais tristes estareis pensando (yo lo haría - hasta yo me harto).... ya está la positiva de los cojones jajajajajajajajajaja (perdón por los palabros pero hay expresiones que reflejan a la perfección lo que quiero decir).
Ala! Beso que me voy gim.
a veces creo que uno se mete en nuevas batallas por no poder sostener el vacio de las derrotas de batallas anteriores...
Me ha encantado tu frase alex.
Ana, es que últimamente todo me sale un poco melancólico. Pero no soy yo el caballero, mis batallas siempre están más lejos.
Luis, te comprendí mejor, te contesté en tu blog. Lo siento.
Sin embargo, X, a mí el paso del tiempo suele permitirme verme vencedora, porque siempre salgo a flote, supongo.
Alex, el caballero del texto me temo que no acabó con la anterior cuando se vio inmerso en la siguiente, sin saber si había ganado.
Creo que voy a tener que hacer una continuación a este texto.
Veo que le estás sacando partido a Olhares ;).
En la vida hay un punto de no retorno en el que perdemos la inocencia, en el que dejamos de ser luchar por ideales para empezar a luchar por sobrevivir. Supongo.
La sangre llamará a sangre. Será duro. Pero no imposible.
Y que no nos falte el ánimo,si señor... A veces más importante que la victoria o la derrota es la dignidad con que uno acude al combate...
Que lástima el caballero, que negatividad le rodea... Heridas, cicatrices, perseguimientos...
Muchacha, a ver si en la segunda parte de la historia nos cuentas cosas alegres!
Un besico guapa.
Me gusta. Mucho.
Qué bien escribes, jodía.
Shepperdsen, sí, la verdad es que me hiciste un gran descubrimiento, aunque a partir de ahora voy a controlarme... Y a intentar poner más fotos mías...
Una decisión alivia una vez tomada, pero es lógico que no nos sintamos como para dar saltos. Caminar, iniciar un camino después de una encrucijada no es nada nada fácil... Hay que caminar. El tiempo va a avanzar con nosotros, en nuestro favor. Sentir el sitio sobre el que caminamos. Sentir que somos nosotros los que conducimos nuestros pasos.
Tomo las palabras de Suntzu, dadas la vuelta: qué bien escribes, jodía :)
Mucho mucho ánimo, vale??
pero mucho.
Y muchos besos
No hay comentarios para el ultimoooooo???
Aqui lo pongo: eres fuerte verdad?
Pues pasarán las tentaciones, desaparecerán las duda y con el tiempo sentirás que era lo que tenía que ser.
Ahora sí, tendrás que llorar, sentir miedo y tener vértigo, para ello aférrate con fuera a lo que te hace feliz.
Estamos aquí escuchándote...
Un besazo.
Ah! y me sumo: jodía que bien escribes :)
Te he leido con más calma, me voy con un libro que me compraré, te he puesto cara, he seguido tu traslado y ¿he visto fotos de Oviedo nevado? ¿Era el fontán?.
Encantada de seguir conociéndote.
¿Aún queda alguna foto mía? Uff, tengo que revisar todo el blog. Sí, era el fontán. En esa biblio me preparé las oposiciones que me trajeron de vuelta a Sevilla. ¡Qué tiempos!
En esa biblioteca estudié parte de la carrera y también de las oposiciones. Saqué tambien un monton de libros de lectura ...
En fin. Sigo yendo a Oviedo porque trabajo allí y tengo a toda la familia pero la cantidad de recuerdos es lo que más definen la ciudad.
A mí me ha gustado mucho el texto de arriba, "Decisiones", y comparto lo que dices. Por mil razones, empezando por la propia salud física y mental. Cuando toca, se mira hacia delante y uno no dobla la rodilla, no para, no baja la cabeza...
P.D: Que comento aquí porque arriba no sale la opción comentarios...
No puedo comentar arriba... No importa, tambien me gusta esta entrada, me dan ganas de pulir mi espada y ensillar mi caballo :D
Ay ,las bibliotecas... yo me pasé en una desde los 18 a los 24... estudiando y preparando opos sin solución de continuidad.
Creo que aún tengo el mono de quedarme por allí horas y horas, navegando y haciendo descubrimientos...
Y no puedo ponerme al día como es debido en tu blog, porque desde casa que nada, que no hay manera de que pueda entrar :(
Muchos muchos besos, Arwen
Al final he llevado el cacharro a arreglar, y tengo en casa otro trasto del año de la polka, que tal baila...
X, hijo, que hay demasiado por leer, no te vayas a estresar o empachar y no querer volver a leer nada mío en la vida ;)
Nausicaa, pero mejor no guerrees...
al contrario, cuanto más leo más me gusta tu manera de escribir y enfocar las cosas, Arwen!!!!
Precioso el texto, Arwen, creo que ese cansancio del caballero, el reposo del guerrero, lo sentimos alguna vez en la vida. Cuesta pero también es honroso saber retirarse de una batalla, sobre todo si está perdida, y comenzar de nuevo en otro lado.
Sobre "Decisiones", que no tiene enlace a comentarios, tan sólo decirte que si te sientes bien al tomar una decisión, probablemente es la acertada para ti.
Es curioso como el mismo texto tiene distintas percepciones. Porque coincidís en cosas, pero luego...
Churru, luchar y dejar de luchar, hay que saber hacer ambas cosas, ¿verdad?
Un saludo
Uno puede perder un trabajo, hay mil. Un amigo, de haberlos...
Pero una mujer... Que sólo hay una...
No sé si sólo hay una, o que nos equivocamos a veces al elegir...
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