viernes, abril 11, 2008

¿Árbol?


Poco a poco intentó desperezarse. Quería zafarse del letargo en el que le había dejado esa excesivamente larga siesta, o así la juzgaba tras notar que sus párpados se negaban a abrirse y sentía esa sensación de encontrarse entre el sueño y la vigilia, sin tener muy claro si realmente estaba intentando despertarse o ese momento formaba parte de los tumultuosos sueños que había tenido.

Estiró su cuerpo hasta el infinito y subió los brazos al cielo. Ahí fue cuando comenzó a darse cuenta de que no estaba soñando con despertarse, sino que estaba despierto de verdad. Y lo supo porque no creía que sus brazos no le respondieran. Y fue consciente porque comenzó a luchar con todas sus fuerzas para subir sus extremidades. No podía. No se trataba de que le pesasen demasiado por estar adormecido. No. Literalmente las sentía atadas invisiblemente a una nada que empezó a sentir en su piel hasta convertirse en un algo que latía con otro corazón que no era el suyo. Pero no era un corazón, era... No sabía lo que era.

Intentó abrir los ojos. Y descubrió que no podía. No sabía ubicar su propia cabeza, menos era capaz de determinar dónde comenzaban sus ojos y cómo lograr que sus párpados se levantaran para lograr saber, de una condenada vez, qué le estaba ocurriendo y donde se encontraba.

Intentó caminar. Aterrado sintió que sus pies se habían prolongado y ramificado... No sabía cuánta razón tenía por usar, precisamente, esa expresión. Pero comenzó a saberlo.

El pánico comenzaba a apoderarse de su ser y quería gritar, chillar, desgañitarse para que alguien corriera en su auxilio, lo arrancase de la que parecía ser su sepultura. No podía creer que el que pretendía ser un sueño reparador tras una semana agotadora acabara de esa manera. Su corazón quería salir de su pecho y pensaba que moriría en ese instante, porque la adrenalina se le había disparado de tal manera que era incapaz de diferenciar su lucha contra la extraña vida que le atrapaba de su respiración.

Cuando ya pensaba que todo iba a acabar, que sus fuerzas iban a abandonarle, poco a poco, muy lentamente, sintió cómo su sangre se regeneraba y los latidos de su corazón se acompasaban a aquel latir que no había sabido identificar. Parecía que sus ojos se iban abriendo, pero lo que veía lo desconcertaba. Nudos, extrañas venas que no lo parecían, vida corriendo a su alrededor en forma de líquido elemento... Pero le daba igual. El pánico le había abandonado, porque había decidido dejarse llevar. Aunque, en realidad, sospechaba que no iría a ningún sitio. En mucho tiempo.

Hoy sus ojos miran desde arriba y ha dejado de envidiar a quienes caminan a su alrededor y lo miran, parte de un todo, entre asombrados, asustados o reflexivos porque no saben qué pensar de él.

23 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Conozco a muchas personas así.

Luc, Tupp and Cool dijo...

Tranquilizaría saber que hablas del ent nacido de la tierra, viejo como los montes...... Pero es... Hay algo de atrapamiento lento, absorción, injerto, trasfusión y confusión de sangre en savia... Me aterra.

Isabel Sira dijo...

Anónimo, pues lo mío era pura ficción...
Luc, es que es lo que me salió cuando vi el árbol ese... Ya sé que agobia, sí... Definitivamente son mejor los ent.

Anónimo dijo...

Pues es bien real que existe mucha gente inmovil, anclada, incapaz de dar un paso, de hablar, de cambiar de posicion, de tener voluntad. Simplemente estan. Estan?

Isabel Sira dijo...

No te lo voy a negar, anónimo. Algunas están, o estuvieron, demasiado cerca.

Anónimo dijo...

Cierto, y muchas mas que estarán. Porque no para todos estar es ser.

UnaExcusa dijo...

Bueno, siempre será mejor un árbol que una cucarachita...

Okzelui dijo...

....es que he visto la foto y he dicho: oño¡¡¡ hay un tío ahí metido¡¡¡


Ves como tienes una sensibilidad especial para las fotos?....una persona pegada a un árbol....o un cabeza árbol....muy chula.

besos

Isabel Sira dijo...

Unaexcusa, ambas sabemos que casi cualquier cosa es mejor que una cucarachita...
Ozkelui, el mérito es del árbol, yo solo pasaba por ahí y lo vi. Pero gracias.

Peritoni dijo...

Pues yo le hubiera pegado un gran abrazo: es lo que hago con los árboles grandes y maravillosos...

nanuk dijo...

Qué lindo cuento, dulce arwen. Adoro a los árboles. Siempre los abrazo para sentir su energía, como peritoni.
Un besito. La foto es genial. Mágica.

Isabel Sira dijo...

Peritoni y Nanuk, pues ahora que lo decís, hace tiempo que no abrazo a un árbol, antes lo hacía. Y la primavera es una muy buena época para hacerlo... Ese en concreto no lo puedo abrazar, está en sitio complicadillo, pero...

Ana dijo...

La ostia!

........ mmmmmmmmmmmm ....... toy pensando ...... mmmmmmmmm......

¿sabes? ... podemos ser como ese arbol .....

querer despertarnos de algo ... siendo como eramos .... pero nos cuesta despertar ... y cuando lo hacemos ... no somos lo que eramos .... ni parecido ... pero la sangre regenerada y los nuevos latidos ... dan forma a un nuevo "ser" ... y si nos dejamos llevar, podremos mirar desde arriba, felices, siendo distintos pero lindos ... y más nosotros.

Un beso guapa!
Precioso escrito.

Isabel Sira dijo...

Umm, no sé Ana, era pura invención. Pero la historia es un poco triste, no sé...

Ana dijo...

Triste es el proceso de descubrirte siendo distinta a lo que eras antes de "despertar".

Triste y agobiante es ese proceso sip.

Pero cuando termina ... puedes sentirte feliz y siendo más tú, habiendo aprendido lo que tocaba de tí misma.

Besotes linda.
Muchos.

Nodicho dijo...

Alguna vez (más de una) he soñado que no podía moverme, es muy desagradable. Al menos no llegué a convertirme en árbol.

Isabel Sira dijo...

Paupablo, creo que todos hemos tenido esa pesadilla alguna vez... Terrible.

Anónimo dijo...

que precioso, un artista como tú hace esto y encima lo ilustra tan adecuadamente que el artículo no tiene pega.
besititis

Isabel Sira dijo...

Terrorista, la imagen me inspiró el texto. De todas formas, gracias, porque entiendo que conseguí reflejar justo lo que me inspiraba. Besos.

Anónimo dijo...

Creo que es lo que más me ha gustado de lo que te he leído. Enhorabuena y gracias por compartirlo.

Isabel Sira dijo...

Eso es, Luis, porque la ficción, en mi caso, supera a la realidad... Besos

.. dijo...

Turbador, asfixiante... y precioso.