Cuando entro en la cama y la encuentro fría me acuerdo de ti. De cómo me calentabas las sábanas para que no sintiera pereza de dejar la manta acogedora que me tapaba en el sofá. De cómo me abrazabas o me abrazaba a ti para sentir la piel y el calor y la cercanía y el amor. Conversaciones en mitad de una oscuridad iluminada por palabras balance del día, propuestas de futuro, sentimientos compartidos o solitarios. Los sueños eran otros, en ocasiones los mismos que cuando soy yo la que remueve el edredón hasta encontrar ese pequeño hueco que todos buscamos para guarecernos de la oscuridad y sentir que podemos cerrar los ojos tranquilos porque nada va a pasarnos.
Y nada me ocurre, salvo el suave balanceo de los sueños que me despiertan a veces con una sonrisa en los labios, porque son esos mundos que tantas veces visité y se convirtieron en reales por haberme acompañado más noches de las que llego a recordar. La ausencia no es tan palpable entonces, porque descubro que siempre se duerme solo. El sueño es nuestra parcela individual preludio, quizás, del sueño que será más largo. No dejaríamos a nadie descubrir los caminos por los que nuestra mente vaga de noche, cuando por fin tiramos todas las barreras que protegen lo más recóndito de nuestro ser frente a la hostilidad de lo externo, lo que no alcanzamos a interiorizar para convertirlo en nosotros.
Siempre soñé sola. Es quizás la certeza de esta frase lo que me hace comprender que camino ya con pies firmes sobre suelo que pensé mojado. Quizás porque no quise incorporar a nadie, quizás porque nadie supo añadirse a mis sueños, quizás porque es lo que prefiero pensar ahora, cuando entro sola en la cama y descubro que mi propio calor también es capaz de dibujar en la noche todo aquello que puede ser, será o pretendo.
22 comentarios:
Madre mía Arwen, que belleza niña!.
Coincidimos en el tema de la soledad (tema de la ultima canción que elegí).
Describes muy bien la sensación de soledad, la forma de soñar (preludio de y sin barreras).
Dudas sobre si es lo que prefieres pensar ... siempre estamos dudando verdad? hasta de nuestras certezas (otra cosa en común).
Los sueños traerán respuestas.
Me ha encantado leerte. Tenía ganas.
Un besazo.
Besosmil.
Yo llega un momento en que me planteo si tener ciertos pensamientos es sano. Digo, por la propia salud mental. Aunque si pensar en ello y escribirlo te hace sentir mejor... pues bienvenido sea.
Ana, más que soledad, era una ausencia, mezclada con 20.000 ideas que nada tienen que ver con las ausencias...
Sagutxo, algunas cosas son insanas, sí. En este caso, simplemente descargo la mente.
Disfrutar la felicidad cuando estés sola, y disfrutar más aún cuando estés acompañada... ese es el estado ideal al que puedes llegar. Todo es mentalizarse, ser feliz (sentir el calor) no es tan complicado como nos lo parece a veces.
Besotes
Ayyy, el síndrome de la cama vacía...cuando mi mujer se largó pasé AÑOS durmiendo acurrucadito en mi lado de la cama, cama que además era enorme y siempre estaba intacta en el lado de ella.
Sé por lo que pasas.
Ánimo y besos.
Cuando esa soledad la fuimos forjando nosotras mismas, es así, el propio calor es capaz de dibujar
en la noche lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos.
El problema surge cuando no queremos esa soledad. Nos la impone algo:)
Entonces, no sé si, ni tan siquiera, emitimos calor.
Maravillosamente descrito, Arwen.
Beso grande.
Realmente estoy feliz en la soledad, pero hay momentos, james. Y tienes mucha razón, ser feliz siempre.
Peritoni, y el caso es que mi cama es otra y es pequeña, pero tengo mis noches...
Moony, mi soledad realmente la elegí yo, y, la verdad, la estoy disfrutando, pero hay veces que no puedo evitar recordar la compañía...
Chica ante entradas así, no estoy capacitado para opinar, abrir la boca y hacerlo puede ser bastante fácil, pero acertar es lo complicado.
Creo que esa soledad a la que haces mención la decidiste meter en tu cama tu sola, pues aprovecha la ocasión, de ella tambien se aprende aunque calor lo que es calor,,, no te de.
Un beso y animo.
Don't worry, M. Jesús, son momentos pasajeros. Efectivamente tomé la decisión y no me arrepiento. Simplemente hay momentos en los que a todos nos gusta la compañía, máxime cuando ha sido parte de tu vida durante tanto tiempo. Pero vamos, feliz, estoy feliz, quizás la entrada me quedó demasiado melancólica...
Si un sueño te despierta con una sonrisa es que eres muy afortunada. Eso es un signo de felicidad indiscutible. Me alegro x ti. Saludos.
Pepunto, bienvenido/a. Sí, soy afortunda, lo reconozco. Por muchas cosas, aunque a veces mis palabras destinen cierta melancolía.
Dicen que para encontrar la felicidad junto a otras personas lo primero es estar bien con uno mismo. Yo ahora mismo estoy en ese punto, que parece ser el mismo que comentas, pero sí que es cierto que hay momentos de ésos...
Juanma, creo que tienes razón. Ahora estoy bien conmigo misma, pero, de vez en cuando, se echan de menos algunas cosas, ¿verdad? Eso sí, con calma y disfrutando del momento que ahora vivo, todo tiene su lado bueno o buenísimo.
"Quizás porque no quise incorporar a nadie, quizás porque nadie supo añadirse a mis sueños, quizás porque es lo que prefiero pensar ahora, cuando entro sola en la cama y descubro que mi propio calor también es capaz de dibujar en la noche todo aquello que puede ser, será o pretendo"
Sencillamente una perla. Maravilloso, Arwen.
Besicos de limón
Siempre es mejor soñar acompañado... pero mejor soñar solo, que no soñar...
Besinos
Es un texto precioso.
Me quedo corto.
No me canso de leerlo.
Y de empaparme de su melancolía.
Y de su esperanza y su fuerza.
Un gran gran beso, Arwen.
Gracias por compartir tus palabras.
Empápate sobre todo de la fuerza y la esperanza, Ulyanov, que la melancolía no es buena en grandes dosis. Y muchas gracias.
Alize, besos a ti también.
Anónimo, efectivamente, mejor soñar, siempre, incluso despierto...
La soledad hay personas a las que asusta incluso sin que sean consciente de ello. Tú no sientes la soledad como algo malo, sino que recuerdas una compañia que no hay. Es distinta, a veces, la presencia de la soledad que la ausencia de compañia.
Bienvenido, itinerante. Efectivamente, son cosas distintas, y realmente, la soledad no me asusta.
una vez leí una cita, siento no recordar de quién, que decía que siempre se duerme y se muere solo
yo creo que para vivir, dormir y soñar bien con alguien, previamente hay que saberlo hacer sola
Lo sé hacer sola, pero prefiero acompañada, todo sea dicho. Eso sí, ahora, aunque pueda no parecerlo, estoy disfrutando de esa soledad nocturna. Pero me gusta tu frase.
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