lunes, octubre 23, 2006

Ya no sé leer

No sé si ha sido la oposición, que me ha destrozado las pocas neuronas que me quedaban, si es la edad o que, sencillamente, me engañé durante años, pero ya no soy capaz de leer algo que no sea literatura juvenil.
No critico este género, de hecho, si lo leo es porque me gusta, critico mi falta de capacidad para leer novelas (imagináos si intento con otra cosa) que no hablen de espadas, huídas, situaciones fantásticas y demás parafernalia para enganchar a los que no llegan ni a los 20. En las últimas semanas he intentado leer varias cosas, me gustaría pensar que sin haber elegido bien, porque me han aburrido soberanamente, me he saltado páginas y páginas enteras sin siquiera echarles un vistazo y todo porque deseaba terminar los malditos libros de una vez.
Y me da muchísima rabia. Nunca he sido una intelectual, ni pretendo serlo ahora. Ni siquiera leo para darme aires con la gente y hasta olvido los títulos y los autores. Leo porque me encanta, porque disfruto con vidas ajenas, pensamientos de extraños y giros narrativos que en la vida se me hubiera ocurrido dar.
Sin embargo, quiero poder coger libros de todo tipo, acercarme a la filosofía, a la historia, leer ensayos y novelas por igual, ya que siempre he pensado que ha sido mi voracidad lectora lo que me ha abierto los ojos, me ha dado capacidad para ver más allá o para querer buscar más allá (en la vida y en el trabajo), me ha permitido analizar lo que me rodeaba...Y eso son virtudes o defectos (según los mire) que no quiero perder.
Si con trece años me dije 'es hora de coger lo clásicos' y me puse a leer Stendahl, Flaubert, Molière, Cervantes...porque sí, porque me lo pedía el cuerpo, ¿cómo ahora me da pereza salirme de Harry Potter?
Sólo espero que sea una mala racha, que esté tan cansada después del año de estudio que no me dé la cabeza para más y si no, lanzo una llamada de socorro para quien pueda salvarme.

4 comentarios:

Suntzu dijo...

Creo que bastante nos castigamos controlando lo que podemos comer y lo que no, lo que nos sienta bien y lo que no y demás chorradas como para preocuparnos porque nos guste un determinado tipo de literatura. Mi consejo: sigue leyendo lo que te pida el cuerpo hasta que te pida otra cosa. Si ahora lo que te apetece es ese tipo de literatura mal llamada "juvenil" (porque hay obras que son auténticas piezas de arte y lo son para todos los públicos), pues lee Harry Potter hasta que revientes. Tu cuerpo, tu mente, te irán pidiendo otras cosas ( o no). Pero no te niegues semejantes alegrías, que esos son caprichos que no engordan.

Anónimo dijo...

Parece mentira que esta sociedad sea capaz de hacernos creer que somos idiotas por hacer cosas que "se salen de la norma". Tener una determinada edad y ser tan privilegiada de poder disfrutar con la literatura juvenil no es algo de lo que uno debiera avergonzarse. Al contrario, para mí es motivo de satisfacción porque no voy a dejar nunca de emocionarme con las cosas, sean las que sean, que consigan emocionarme. Te lo digo yo que me lo paso pipa viendo a Los Lunnis (esos grandes incomprendidos por el público adulto) y no sólo no me avergüenzo, sino que lo proclamo a los cuatro vientos. Con la literatura me pasa exactamente igual. Lo siento, pero no he sido capaz de leer "Cien años de soledad" pese a ser una lectura obligada. Menudo tostón. Eso sí, soy una fan incondicional de los Gnomos de T. Pratchett (los piraos esos que se dedicaban a trepar por cadenas de clips, ya sabes;)y como literatura juvenil que es, se supone que son lecturas menores. Ja ja ja. ¿Pero nos estamos volviendo locos o qué? ¿De lo que se trata no es de pasar un rato entretenido? Pues es que si ahora leer va a resultar que tiene que ser una tarea orientada al conocimiento y la busqueda del sentido de la vida, mira, yo paso. Si hay una cosa que tengo muy clara es que nadie es mejor ni peor por leer unos libros u otros. Ni siquiera por leer o no leer. Pero seguro que sí es más feliz quien hace lo que le apetece en cada momento sin plantearse siquiera si está haciendo lo políticamente correcto. ¿Que estás en un momento en que sólo te apetece leer cosas que no hagan pensar mucho? Pues no te atormentes por ello que es normal. Tantas horas de estudio y tensión llevan a eso. El cuerpo es sabio y el cerebro más (que por algo es él el que piensa)y él mismo necesita un "break" de vez en cuando. No te preocupes que cuando menos te lo esperes tendrás un período místico en el que incluso podrás encontrarles sentido a los desvaríos de Ana Ozores en La Regenta, que ya es decir. Así que ya sabes lee lo que te apetezca, sea lo que sea, sea el VOGUE o el Reglamento de la Junta (que sé yo que en el fondo te gusta más que la nocilla blanca), sea Harry Potter o el folleto del Alimerka. ¡Qué más da! Tú sin complejos, con la cabeza bien alta, como cierta "hadita" que conocemos, que seguro que estaba leyendo a Gabriel García Marquez...

Anónimo dijo...

Por cierto, soy más chula que un ocho. No me he presentado pero seguro que sabes quien soy. ¡Ah! Me gusta mucho el diseño del blog, es una mezcla entre varios estilos: muy pop, muy retro y muy tú ... Me gusta para empapelar la futura habitación de mis futuros niños en mi futura casa, que quiero yo que me salgan poperos.

Isabel Sira dijo...

Gracias a las dos. No es que me avergüence de lo que leo, y lo disfruto, y me habéis dado la respuesta para no preocuparme. Es verdad que me gustaría leer otras cosas, pero tampoco tengo yo un conocimiento profundo de otros libros y, como decís, que sea lo que me pida el cuerpo.
Por cierto, Masklin, con ese nombre creo que sé quién eres y creo que deberías escribir más. Por si acaso, da más pistas...