Hay palabras que se quedan en los labios, prendadas de ellos para siempre, nunca dichas. Hay palabras que rondan los oídos, siempre esperadas. Hay palabras que son solo pensamientos que se transforman en ideas y que cambian al mundo. Hay palabras escritas que apenas permanecen en el tiempo. Hay palabras dichas que se marcan a fuego y ya nunca te abandonan. Hay palabras deseadas y de deseo.
En ocasiones queda la sensación de que se debió decir algo y se sabe que nunca será dicho. Y pesa hasta que deja de hacerlo porque nos convencemos de que no debían pronunciarse. O nos conformamos. O descubrimos que hay cosas que, simplemente, hay que dejar pasar porque agarrarlas no llevaría a ningún sitio, al menos no mejor del que estamos.
Casi nunca nos damos cuenta de que las palabras son importantes: las dichas, las omitidas, las ignoradas, las silenciadas, las gritadas, las susurradas, las escritas, las borradas. Suelen serlo porque son las que conforman nuestro mundo, las que nos definen y marcan nuestro camino, porque ya somos incapaces de pensar en algo que no sean palabras, aunque a veces las imágenes también nos sirvan para ubicarnos.
No sé por qué no nos damos cuenta de lo que valen. Puede que porque las usamos tan a menudo que pierden su valor, como lo perdería el oro si rondara por la calle como los guijarros. O porque pensarlo nos volvería locos, mudos, incapaces de emitir un sonido, escribir una letra, temerosos de sus consecuencias.
Ese es mi problema, pocas veces soy temerosa y hablo demasiado. O soy tan temerosa que dejo en el tintero lo que debería salir de él.
Aún así, sé que me quedan palabras por descubrir y espero no tener que callar muchas. El silencio me acaba pesando demasiado.
8 comentarios:
Eso. Tú piensa en palabras, escríbelas y zarandéalas... Que son hermosas, aunque duelan.
No suelo arrepentirme de lo que no dije. De hecho, suelo decir lo que quiero decir. O no recuerdo si me arrepiento. Ni idea.
Y las palabras que no encontramos y nos pasamos la vida buscando...
Últimamente prefiero moverme en el campo de las miradas y tratar de ser discreto pero leerte es siempre un placer de palabras descubiertas.
Lo ideal sería no callarse nunca ni nada, puedes sufrir más por lo NO dicho-oído que por las palabras más hirientes.
Toma ya.
Besos.
Yo también opino que las palabras son muy importantes... Porque aunque a veces pueden llegar a hacer daño, otras ocasiones su efecto es totalmente el contrario y, además, ayudan a enteder todo mucho mejor.
Besos.
Viajera, es que salió así. No soy tampoco de callar mucho, ni de arrepentirme. De hablar demasiado... A veces sí soy culpable y me arrepiento...
Cable, esperemos que no sean muchas.
Caulfield, gracias. Hay veces que mirar nos ayuda a encontrar las palabras que buscamos. O,simplemente, necesitamos un respiro, ¿no?
Peri, tienes mucha razón. Porque herir hablando puede ser muy complicado, pero lo que se calla y se sabe callado... Uff, eso suele doler mucho mucho.
Essa, me gusta lo de que ayudan a entender... Entenderse es importante.
Besos
Mejor pedir perdón por algo que has dicho que estar dándole vueltas a lo que has callado.
De lo más importante del mundo, las palabras.
Umm, puede ser Suntzu. Sí,creo que sí. Besos
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