martes, junio 19, 2007

Felicidad

La conocí un diciembre en el que yo iba a dejar un trabajo y ella entraba. Me pareció frágil e intenté ayudarla, aunque se la tenía jurada a la empresa. La fui conociendo poco a poco y me demostró que su fragilidad no era tal, y comprendí que era una de las personas más fuertes y sensatas que conozco, sobre todo, porque creí que era ella la que necesitaba mi ayuda, pero, con el paso del tiempo, se convirtió en un hombro sobre el que pude apoyarme, una voz que secara mis lágrimas y una amiga que, aún en la distancia, me importa mucho.
Es de andar y hablar pausado, y a pesar de mi nervio, sabe acompasar su paso al mío. Se unió a mi 'club de los abandonados' como cofundadora, y desde allí dimos apoyo a muchos de los que llegaron a la pequeña ciudad que nos permitió conocernos. Yo era el revuelo y ella la sonrisa que brindarnos, la ideadora de algunas buenas juergas.
Se enamoró en África y allí se ha quedado tras casarse con otro de mis amigos. Me gustó su boda, porque fue la de dos personas a las que quiero, que sé que serán felices y que me permiten pensar que tengo otro hogar a parte del mío.
Me ha tenido dos semanas en vilo. Sé que ella (y él) han estado peor que yo. No me puedo imaginar lo que le habrá pasado por la cabeza todo este tiempo, y lamento no haber podido estar allí, aunque fuera sólo para cogerle la mano.
Sin embargo, hoy me ha dado una gran alegría. Va a ser madre. Dudo de que ella se lo crea cuando se lo digo, pero tengo el absoluto convencimiento de que va a ser una estupenda madre, mejor aún, va a ser una madraza de esa que todos los niños de colegio envidian porque es la que sabe, la que se ve que sabe y que quiere a su hijo de esa forma que siente hasta el que pasea por la calle.
Va a ser madre y hoy no he podido darle el abrazo con el que me hubiera gustado celebrarlo, pero le mando todo mi amor, todo mi apoyo y toda mi energía para que, desde este momento, las cosas salgan como deben, no tenga que llevarse más sustos y que, dentro de nueve meses, pueda ir a conocer al que va a ser otro de mis sobrinos, porque sus hijos siempre serán para mí familia, como lo es ella.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Se deduce una amistad que da envidia. Que bonita es esa amostad, ojalá y todos pudiéramos contar con algo así, el mundo sería un poquito mejor.

Isabel Sira dijo...

Yo no tengo demasiados amigos, pero los que tengo son así. Bueno, y digo que no son demasiados, pero realmente son muchos más de los que pensé que llegara a tener.
Y sí, es muy bonito, espero que tú tengas algo así, porque tienes razón, si nos diéramos más a los otros, si supiéramos compartir nuestras miserias y alegrías el mundo iría mucho mejor.

UnaExcusa dijo...

Qué bonito... Qué emocionante.
Todavía recuerdo cuando él me usaba de Celestina para que averiguara si a ella le gustaría salir con él...

Isabel Sira dijo...

Sí, es muy bonito y emocionante. Y va a ser genial, seguro.