Y, ¿qué más da que la vida corra y tú creas que estás parado cuando hay quien te demuestra que es mentira?Una mente en blanco puede hacerte dudar, pero, afortunadamente, muy afortunadamente, hay muchas personas alrededor que son un gran apoyo y un gran impulso.
Por eso hago mía una canción, una palabra, un himno y una consigna: Sobreviviré.
Creo que si Gloria Gaymour levantara la cabeza estaría orgullosa de mí, como yo lo estoy de vosotras, y me permitiría este descarado robo de una canción que siempre consiguió levantarme la moral y que dos personas maravillosas (para qué ocultarlo: paqui y jesús) hasta me consiguieron en portugués para que la gritara en todos los idiomas posibles.
Sobreviviré habla del desamor y el amor, pero, para mí, habla de que siempre me levantaré, las más de las veces, porque hay alguien (vosotras) que está ahí y me dice que solo hay que elevar el cuello, la cabeza y tirar para arriba.
Sobreviviré...
Porque hay amistad, y días azules tras la lluvia, y tormentas con rayos, truenos y centellas.
Sobreviviré...
Porque lo he hecho siempre y no he dejado que nada me pare ni me trabe en la lucha por alcanzar mi meta.
Sobreviviré...
Porque "al principio me asusté, estaba petrificada", pero ahora "tengo toda mi vida por vivir"...
... Firs time was afraid, I was petrified
Keep thinking I coudn't never lived without you by my side...
La llegada del otoño siempre me pone un poco melancólica. Los días son más cortos, empieza a refrescar y apetece meterse debajo de una manta. Este otoño, especialmente, me apetece retrotraerme, aislarme del mundo, quizás porque ya me siento un poco sola.
La verdad es que, desde el final de la carrera, me he pasado estos años dando saltos, cambiando de ciudad, y, sin embargo, es ahora cuando me estoy dando cuenta de lo que pierdo, cuando estoy sintiendo saudade, como dirían los portugueses. Hay quien traduce esa palabra por melancolía, pero, para los portugueses, es mucho más, es esa melancolía que enraiza en el alma y que tiene mareas como el mar que baña gran parte de Portugal y que les dio su época de esplendor con las colonias...Pues sí, siento saudade de vosotras, que estais ahí, a pesar de los mil kilómetros, y espero que mi casa (cuando de verdad sea mi casa y mire al mar, porque lo hará) se convierta en vuestro puerto de refugio en verano, invierno, primavera y otoño, para que tengais donde amarraros y yo os pueda sujetar, como vosotras me habéis sujetado tantas veces y seguís haciéndolo...
Entonces, no creo que sea tan independiente como parece (que lo mismo ni lo parece) porque prefiero depender de personas con las que puedo hablar un buen rato y echar unas risas y soltar unas lágrimas, a mirar a mi ombligo y olvidar que el resto existe.
Vosotras existías, y por mucho que mi felicidad (una parte) esté lejos de Sevilla, ya sabeis que mi corazón os tiene reservado un gran hueco que no se va a cerrar nunca. No disfrutaré de los sábados con vosotras, de las cenas en el vips, de las pelis en el Nervión... Pero sí las disfrutaré, aunque sea a través de un ordenador.
En el fondo, creo que me gusta el otoño...
Este texto lo he rescatado del blog que compartimos suntzu, amniotic y yo. Es del año 2006, si no recuerdo mal. Ahora estoy cerca, pero sigo pensando que sobreviviré una y otra vez.