Ya sabía yo que este título iba a tener sus continuaciones, porque conociéndome a mí misma (un poquito) sé que el surrealismo me persigue allá donde voy...
Estaba ayer en la consulta de mi traumatólogo a la espera de que me atendiera para no solucionarme nada (es que no sé ni para qué me molesté en ir), cuando me llama Suntzu, porque había quedado con ella para celebrar su cumpleaños (id para su blog y felicitarla aunque sea tarde, que le hará ilu). Hablo con ella brevemente, porque está cerca de la consulta y no la encuentra, y cuelgo.
Justo en ese momento se me acerca un chavalín que estaba también esperando con su madre y todo educado me dice:
'¿Esa es la canción de Shakira?' (cuando me llama Suntzu suena Hips don't lie)
'Sí, es Shakira'
'¿Podría usted pasármela por bluetooth?' (educado sí que era, que me habló de usted y todo).
'Claro, hombre, pero tengo que ir a por mi amiga y luego te la doy, ¿vale?'
Total, que salgo a por Suntzu, la felicito, la saludo y le digo que no se asombre, que cuando entremos en la consulta le tengo que pasar una canción a un chaval. La pobre ya es que ni se asombró, porque me conoce. Y ahí me tenéis a mí, explicándole cómo se conectan ambos móviles por bluetooth, que el chaval no sabía que había que meter el código ni nada. Y la madre que viene y le dice: 'Anda, pero ya estás pidiendo cosas a la gente', o algo así...
Terminamos el traspaso y me pongo a hablar con Suntzu cuando el chiquillo vuelve a preguntarme porque dice que le sale un candado cuando quiere pasar canciones reales... Ahí poco le pude decir, porque ni idea de lo que me hablaba y tampoco era plan de ponerme a mirarle el móvil para averiguar cómo solucionar su problema...
Eso sí, cuando se fue el chico Suntzu remarcó un pequeño detalle... '¡Vaya pinta de raro que tenía!', pero es que, ¿se me acerca alguna persona normal?