jueves, marzo 29, 2012

La verdad es que siento decepción. Y no he visto ni un solo medio de comunicación, es decir, no estoy mediatizada. Pero me he decepcionado. No me ha gustado el ambiente de fiesta en una manifestación que yo considero muy seria. No me ha gustado que, como siempre, se intentara impedir trabajar a quien quería hacerlo, no me ha gustado que sólo hayamos hecho cosas unas horas y ¿el resto del día?
No sé, sabía perfectamente que el miedo a los despidos tal y como está la cosa podría hacer que no hubiera un seguimiento bestial. De hecho, eso lo comprendo perfectamente. Una de las razones por las que he hecho huelga es por darle voz a quienes no podían estar. Pero aún así, no sé, me ha faltado gente. Me ha faltado algo.
Quizás sea yo, que al final sigo siendo una ilusa.

lunes, marzo 26, 2012

Un paso y luego otro. Opciones, caminos, bifurcaciones, laberintos de pensamientos. Errante o seguro de su andar. El verde de la hierba, el olor de la primavera, las flores que enseñan sus colores al borde de la senda. La mirada, en el infinito, donde termina la vereda. Los pasos con ritmo. Una cadencia. Brisas juguetonas y nubes de algodón. Sonidos vibrantes. Aliento acompasado. Frufru de telas.
No había pensamiento en su cabeza, porque finalmente había logrado vaciarla de tanta necedad que la rodeaba. Se había decidido a marcharse, porque quedarse significaba una muerte lenta que la dejaría sin el espíritu que había reinado en su vida y había llenado el espacio.
La decisión había llegado reposada, como si siempre hubiera estado ahí, dormida y expectante. Por eso se había dejado llevar por su razonamiento. Al fin y al cabo, sólo ella podía saber lo que había pasado. La felicidad que había venido tras el sufrimiento. La angustia de un mundo que la oprimía porque no era el suyo. Las renuncias que ya no tenían sentido.
Ahora, en su cabeza, sólo quedaba aquella canción...

domingo, marzo 18, 2012

Intensa

Soy muy intensa. Apasionada. No sé cómo no serlo. No puedo ser apasionada para unas cosas y para otras no. Ni dejar de darlo todo en lo que me interesa, me gusta, me engancha. Esto podría parecer bueno. Pero no lo es siempre. Canso. Canso a las personas que me quieren y me rodean. Asusto a los que no me conocen.
Pero soy así. No quiero dejar de ser así. Quizás me consuma rápido, como las cerillas. Pero no puedo dejar de ser lo que soy.
Si quieres mi pasión, acostúmbrate a mi intensidad.

martes, marzo 06, 2012

La frustración hervía en su sangre. Haberlo tenido tan cerca para luego verse sin ello la dejaba con un picor en la punta de los dedos y una rabia interna que no sabía por dónde escapar.
No había dónde agarrarse, así que se armó de valor y usó su propio cuerpo de amarre a la dureza que la atenazaba.
Podría haber optado por usar improperios, pero esta vez decidió sacar pecho y dejarlo pasar.
Ya habría momento para la venganza.

lunes, marzo 05, 2012

Ahí estaba. Corriendo subida a unos tacones de doce centímetros, más segura que nunca, aunque dudosa de no acabar en el suelo, cual larga era, retrasándose en su carrera y quizás, perdiendo la única oportunidad que ahora veía clara.
Así que, sin apartar su principal pensamiento de su mente, miraba cuidadosamente donde ponía los pies en la irregular acera por la que corría, observada por los transeúntes que no dejaban de darse codazos y preguntarse adónde se dirigiría aquella melena al viento, aquellos tacones resonantes, aquella falda que flotaba.
Nadie se imaginaba que detrás de aquella carrera alocada estaba la mayor tranquilidad y sosiego, que habían sido alcanzados por la absoluta certeza. La RAZÓN, así, en mayúsculas, que definía una vida había sido desvelada a la corredora en estiletos.

sábado, marzo 03, 2012

Las risas resonaron en toda la sala. Eran como el cristal que brilla, deslumbra, ilumina y estalla en mil destellos de luz brindando la más absoluta belleza.
No podía evitar la sonrisa perenne ni las carcajadas, cuando quienes la rodean la quieren y la muestran, la hacen lo que es, porque ellos reflejan ese cristal exquisito.
Cristal como diamante. Con el calor del fuego que talla el cristal.