lunes, agosto 16, 2010

Realmente llega un momento en el que piensas que nunca te volverá a pasar. Pero, entonces, en el momento más inesperado, llega también la persona menos esperada y la sonrisa tonta se te cuelga de la cara y ya no hay forma de borrarla.
Un roce adquiere un significado gigantesco, una mirada llena un mundo y una palabra acaricia los oídos como si fuera la más bella canción.
Y el mundo vuelve a hacerse pequeño porque no te cabe tanta felicidad en el corazón.
Dan igual todas las cosas, porque me lanzo, me lanzo, me lanzo y sólo me dejo sentir, porque sentir amor es lo más bonito del mundo.
Y sí, me estoy enamorando como una tonta.