miércoles, diciembre 31, 2008

De cabeza al 2009

Aquí estamos otra vez en otro fin de año. No he cumplido mi propia promesa de pasar cada Nochevieja en un país diferente, iniciada el año pasado, pero no voy a decir nada. Podría estar en unos cuantos sitios, pero he decidido cuidar mi garganta y disfrutar de una noche en familia (que espero no me acabe deprimiendo, todo sea dicho).


En realidad, no me puedo quejar. Empecé 2008 muy bien y el año se ha mantenido en esa línea. Después de unos primeros seis meses bastante deprimentes gracias a mis esperanzas infundadas porque volviera algo y alguien que había terminado definitivamente, una visita me devolvió la lucidez y la alegría, y desde entonces no he parado.


Ha sido un año en el que no he estudiado todo lo que debería (a ver que pasa con la promoción...), pero en el que he conocido gente maravillosa; he sido la que quise ser muchas veces y no fui (Towers ha facilitado que salga mi vena juerguista); he cumplido deseos que tenía desde hacía años (ese Londres); me he enfrentado a miedos (de nuevo ese Londres, en soledad), he escrito mucho más de lo que lo había hecho en años y he sido y soy muy muy feliz.


De hecho, no tendré todo lo que me gustaría, pero realmente me basta con lo que hay. Tengo mis momentos, como todos, pero la media me lleva a decir que ha sido el mejor año en mucho tiempo,y, no sé por qué, tengo la sensación de que 2009 va a seguir en esa línea.


Así que, esta noche me tomaré las doce uvas y pensaré en vosotros, para que tengáis un año más bueno aún, con más alegrías, más sorpresas agradables, gente que os quiera a vuestro lado y muchas sonrisas.
Foto extraída de kindo.com

sábado, diciembre 27, 2008

Mi portal de Belén

Le he dicho a Efter que le enseñaría el Belén que ponemos en casa. Pero tengo que hacer una aclaración. Colaboro en su montaje, pero es mi padre el que se encarga de toda la parafernalia y mis sobrinas y yo colocamos los personajes y demás elementos. En mi casa de Asturias ponía un Nacimiento y adornaba las ventanas con luces y ponía espumillón por las lámparas. Soy una forofa de los adornos navideños, que tiemble mi futuro piso...








Ahora una vista general





Y el Portal de cerca


A mí, la verdad, me mola. Poco a poco vamos acercando los Reyes hasta el Portal, y el día 6 ya están ahí, pegaditos pegaditos para darle al Niño el oro, el incienso y la mirra. No lo puedo evitar, ¡me encanta!

Sam Sparro

A este artista lo descubrí gracias a un amigo, que me lo ponía cada vez que iba a su casa. Me gusta porque casi todas sus canciones son bailables, tiene una voz que me gusta y, cuando no le da por caer en una estética horrorosa, tiene su 'je ne sais quoi'.
A ver qué os parece a vosotros.


...Y que yo no pueda cantar, no quiere decir que vosotros os tengáis que estar calladitos. Aquí va la letra.

Black and gold

The fish swam
Out of the ocean
And grew legs
And they started walking
And the apes climbed down
From the trees
And grew tall
And they started talking

And the stars
Fell out of the sky
And my tears
Rolled into the ocean
Now i'm looking
For a reason why
You even set my world
Into motion

'Cause if you're not
Really here
Then the stars
Don't even matter
Now i'm filled
To the top with fear
But it's all
Just a bunch of matter
'Cause if you're not
Really here
Then i don't want
To be either
I wanna be next to you
Black and gold
Black and gold
Black and gold

I looked up
Into the night sky
And see a thousand eyes
Staring back
And all around
These golden beacons
I see nothing but black

I feel a way of something
Beyond them
I don't see
What i can feel
If vision
Is the only validation
Then most of my life
Isn't real

'Cause if you're not
Really here
when the stars
Don't even matter
Now i'm filled
To the top with fear
But it's all
Just a bunch of matter
'Cause if you're not
Really here
Then i don't want
To be either
I wanna be next to you
Black and gold
Black and gold
Black and gold

martes, diciembre 23, 2008

Navidad

Llevaba yo un día un poco así... He tenido que salir a hacer unas compras, y aunque apenas hablo ya en las tiendas por mis problemas de garganta (quien me ha visto y quien me ve), sí que digo gracias y deseo feliz Navidad... Y ni Dios me contestaba, creo que sólo una señora me ha respondido a la felicitación. Así que he vuelto a casa pensando que qué le pasaba a la gente, que hay que ver qué pena que nadie felicite la Navidad y que si será que apenas me sale la voz otra vez o qué...

Sin embargo, ha habido una cosa que me ha levantado el ánimo y me ha devuelto la confianza en el espíritu navideño. Normalmente no miro el buzón de mi casa, pero como estoy esperando las notas de inglés, hoy he bajado a abrirlo. Y no, no estaban mis notas de inglés (Dios, qué intriga). Lo que me he encontrado es una postal navideña que mis compañeros de oficina me han mandado para desearme felices fiestas y una pronta recuperación.

Y, vale, ya sé que es que estoy de un sensible que no es normal, y, vale, en realidad no es para tanto, pero casi me pongo a llorar de la ilusión que me ha hecho. Porque, aunque desde que entré en esa oficina (hace casi dos años ya, Dios mío), siempre he pensado que me llevaba más o menos bien con todos los compis y que, quien más y quien menos, todos me apreciaban, recibir esta postal, bueno, que me ha parecido un detalle, porque no tenían por qué hacerlo, porque, incluso los que hayan firmado porque lo hacían los demás, han mostrado un cierto interés.

Así que, recuperada mi alegría navideña, sólo me queda desearos a todos vosotros lo mejor para las fiestas, que os podáis reunir con la gente que queréis y seáis capaces de decírselo, y que seais completamente felices.

¡FELIZ NAVIDAD!

viernes, diciembre 19, 2008

Respirar y hablar

Después de 32 años practicando, una piensa que le tiene pillado el truco a esto de respirar y hablar. Sin ningún accidente grave que me haya llevado a la asfixia en estos años, me levantaba y acostaba cada día sin pensar en que hablaba y respiraba e, incluso, hacía las dos cosas al mismo tiempo. Pero, entonces, llegó la afonía... Bueno, la quinta o así del mismo año y la tercera en unos dos meses. Y fui al médico. Y descubrí que tenía nódulos en la garganta y, además de tener que reducir mis charlas drásticamente y tener que dejar de cantar (Dios mío, lo que me está costando hacer estas dos cosas), tuve que empezar mis visitas al logopeda.

Y, a partir de ahí, descubrí que llevo toda una vida engañada. Que ni sé respirar, ni sé hablar y que cada día que ponía un pie fuera de la cama me acercaba más y más, irremediablemente, a la destrucción de mis cuerdas vocales y mi timbre de voz.


Así que, aquí me tenéis, superados los 30, y haciendo el ridículo, porque así me siento, delante de una señora que debe tener al menos dos o tres años menos que yo y que contempla, impasible, como hago el canelo delante de ella. Porque, vale, me vendrá genial (la verdad es que ya lo estoy notando) y acabaré pudiendo interpretar el solo de 'La dama de la noche' de Mozart, pero, a mi edad, estar haciendo respiraciones, articulando vocales, abriendo la boca, al fin y al cabo, delante de otra persona (o de un espejo en casa, no sé qué es peor), puede traumatizar a cualquiera.


Mis primeras sesiones de logopedia me pusieron histérica. Se supone que me tenía que relajar respirando, pero intentadlo: tumbados, colocaros una mano sobre el pecho y otra sobre el diafragma (más o menos a la altura del final de las costillas). Ahora coged aire por la nariz pero no levantando el pecho, sino llenando el diafragma y levantando la mano que tenéis sobre él... Y probadlo después con un kilo de arroz sobre el diafragma, que debéis empujar con el aire que os llene. Expulsad el aire por la boca.

Bueno, pues yo a la cuarta respiración así ya no podía con mi alma, me faltaba el aire, me dolían las costillas... Pero la práctica ha conseguido que ahora lo haga más o menos bien...

Después de las respiraciones llegaron las vocales. Series de vocales sin hablar, sólo articulándolas con la boca para relajar la mandíbula y aprender a ralentizar mi velocidad de discurso... Yo lo llamo los ejercicios 'caratonto', aparte de ser terriblemente complicados: no sólo tienes que articular las vocales, tienes que acordarte de que hay que respirar en medio, y de que lo tienes que hacer por la nariz, y de que tienes que hacerlo antes de que te quedes completamente sin aire, y de que hay que darle un poquito de ritmo, si puedes, porque cuando hables tiene que sonar natural... ¡A la mierda las vocales!

Tras listas y listas de series de vocales, cuando mis padres empezaban a mirarme raro (porque hay que practicar en casa también, claro), llegaron las frases y refranes 'cantados'. No es que cante, no. ¿Os acordáis de la guarde y de los primeros años de colegio, cuando aprendistéis a leer con un tonillo ridículo? Pues así repito yo refranes como 'a rey muerto, rey puesto'. Gracioso, ¿eh? Pues no, porque resulta que o me quedo sin aire, o me paro dramáticamente en mitad de una frase pensando que ya no tengo aire, y resulta que me queda como para dos más. O se me olvida que tengo que respirar con el diafragma y lleno los pulmones, o me esfuerzo tanto porque salga el aire y la voz desde el diafragma que cojo agujetas en esa zona (sí, resulta que ahí también se pueden tener agujetas).

Y, a todo esto, me vuelve la infección de garganta (en realidad creo que es que me ha cogido gusto y me va a acompañar por siempre jamás); y tendré que esperar a aprender a proyectar la voz y demás, para no hacerme más daño... Es decir, mi tortura puede alargarse...

Lo peor: creo que me está empezando a gustar repetir vocales en silencio...

miércoles, diciembre 17, 2008

Poema XV

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Pablo Neruda


Quizás es mi medio silencio (ahora ya puedo hablar, aunque no demasiado) lo que me ha traído a la cabeza este poema. Me encanta. Podría decir muchas cosas, pero en realidad ninguna me parece lo suficiente. Mejor, quedáos con las palabras del poeta.



martes, diciembre 16, 2008

Luces de Navidad

Por una entrada de Nils, se me ocurrió proponer que los blogeros interesados colgáramos en nuestras páginas las fotos de las luces de Navidad de cada ciudad en la que estemos. Es que adoro la Navidad, las luces, los adornos, los villancicos, las sonrisas y que, para variar, reciba la misma amabilidad que ofrezco (es que hay gente muy borde suelta, quitando mis amigos, of course, y yo me la suelo encontrar toda).

La verdad es que no me gusta demasiado la iluminación de este año, y, para colmo, la cámara que uso no es que sea de las mejores para fotos nocturnas. Total, que aunque estén un poco borrosas, intentaré derrochar espíritu navideño con mis postcards luminarias... Al menos aquí no parecen un comecocos...

La calle Tetuán.





Esta es la Plaza Nueva, o la de San Francisco, que con el rollo de que el Ayuntamiento está en medio nunca he sabido aclararme, manía de dividir las cosas...



La avenida de la Constitución, con la catedral al fondo...


jueves, diciembre 11, 2008

Mis músicas

Siempre voy escuchando música. Cuando estoy en casa, por la calle, al limpiar, al estudiar. Ahora en el trabajo porque no puedo, pero antes también lo hacía... El caso es que, con tanta música escuchada, es inevitable que una buena cantidad de canciones me traigan recuerdos. Bueno, más que traerme recuerdos me golpean y me hacen revivir las situaciones como si fueran hoy mismo. A veces eso puede ser doloroso, pero, en realidad, me encanta el regusto de la música en mi boca (soy muy visceral).

De esta manera, una canción de U2 me recordará por siempre, inevitablemente, mi última primavera en Melilla.






Cuando suenan los primeros acordes vuelvo a estar al volante de mi Renault 19, con el sol en la cara y la música a toda caña, como mi voz cantando la canción. Me había levantado tempranito ese sábado porque tenía rueda de prensa, e iba hacia Rostrogordo, donde mis compis y amigos me recibieron con un 'da alegría verte sonreir', después de unas semanas bastante tristes por la ruptura con J.M. Y entre mis amigos, J., que luego se convertiría en mi pareja y que era, también uno de los motivos por los que cantaba a voz en grito.

También son recuerdos de Melilla Coldplay. Otra vez recuerdos llenos de luz (la verdad es que a pesar de todas las tormentas-de todo tipo- que viví en esa ciudad me cuesta recordarla nublada) y esta vez cargados de la melancolía de saber que algo se iba a terminar.





Esta es la canción de los días en los que mi decisión de partir iba tomando forma, cada vez con más peso. Sabía todo lo que iba a dejar atrás (principalmente unos amigos a los que sigo queriendo muchísimo y aún conservo), pero necesitaba más que nunca mirar hacia adelante y comenzar de nuevo.

La cabra es Murcia. Es Murcia porque quien me invitó a vivir allí con él me mandaba crípticos sms que resultaban ser letras de este grupo.








Así, esta canción, como muchas otras de Lichis, son imágenes de mi minipiso, pero megamoderno; de la noche que pasamos en la calle por el incendio en el primero y en la que yo me cambié y todo para bajar con toda la pachorra del mundo; de los primeros pasos como pareja adulta, que comparten algo más que un amor, sino toda la vida... Aunque esa vida compartida ahora haya acabado.

Y Murcia dio paso a un poco de desesperación y distancia que intentaba sacudirme también cantando.








Y cantaba para mí, sobre todo, para dejar atrás y mirar adelante, pensando en la compañía, pero también en mí sola. El darse cuenta de que se quiere, pero no se necesita, con lo maravilloso y terrible que puede ser eso.

Asturias son muchas canciones, porque fue bastante tiempo y porque estudiando es lo que hago, escuchar música. Sin embargo, esta significa algo.






Significa otra persona, la persona por la que me fui, por la que quise quedarme allí para toda mi vida, por la que tanto he llorado este año. Las canciones, a veces, también tiene restos tristes.


Y los últimos meses en Sevilla tienen, sobre todo, dos canciones como escenario de fondo. Bueno, en realidad son muchas más, porque últimamente estoy que no paro y, ahora que no puedo cantar, al menos las bailo... Y estas os las dejo seguidas y con imagen, porque me encantan. Me recuerdan los buenos amigos que he encontrado, la paz que poco a poco vuelve a mi espíritu, pero una paz llena de energía y de ganas de seguir adelante y arriba!

Para bailar




La reina del pop


miércoles, diciembre 10, 2008

A story

Como soy una copiona de anthonytowers, esta tarde me examino de inglés y apenas he estudiado, y encima, llevo dos semanas pensando, otra vez, que voy a ser incapaz de dominar este idioma por siempre jamás, me he decidido a deleitaros con el writing que ha provocado mi crisis de inglés. No es que tuviera tantos fallos, es que algunos se repetían del año pasado, cuando pensé que ya lo tenía dominado. Me siento atascada idiomáticamente, pero, bueno, al menos a vosotros os cuelgo la versión corregida y lo mismo os dejo hasta intrigadillos...


Emma could not believe what she saw in front of her. There, in the supermarket was her sister's murderer as a free person. It couldn't be possible. This monster who had killed one of the most important people in her life had to spend the rest of his life in prison, paying for killing such a special person.

While these thoughts ran into her mind, Emma was running accross the corridor, screaming at him and hitting him. Emma wasn't a very big woman, but the unexpected attack made him fall down and, in the floor, he tried to defend himself from Emma's punches.

Fortunately, the shouts had been heard by the security man, an he separated them and brought them to a private room, because a lot of people were around Emma and the murderer. After he calmed Emma, she explained why she had hit the man, who didn't appear guilty at all. The security man was thinking about calling the police, when Emma's victim explained himself. He wasn't a murderer. He was the twin brother of the person Emma thought he was, and to prove it he showed his identification. Anyway, the police were called and they confirmed everything.

As soon as Emma heard all this, she felt very embarrassed, and she started to apologize. The man, called Tom, accepted and told her that, unfortunately, he had had a lot of similar situations. But he insisted forgiving her.

Two days later, when Emma is forgetting so shameful a moment, she received an unexpected call. He was Tom, who wanted to know if Emma felt better. Firstly, she was suspicious and didn't want to be very nice, because she thought he wanted to hurt her. Actually, she was the most important witness in the trial which convicted his brother. She recongnized the voice and the car of the man who was the last date of her sister.

But, day by day, after she had met Tom in the supermarket, on the streets..., Emma finally trusted him, she even agreed to have a coffe with him. The feeling of guilty she had had was dissappearing and she came to think of him as a friend.

Beside this, Tom's ideas were very different. He had never stopped to visit his brother in prison, in spite of what he had told Emma. The conversations between the two brothers wasn't so nice as Emma and Tom's. The twins wanted to hurt her, to make her so unhappy as they felt every day for being separated. And Emma wasn't conscious at all about the danger she was living in.


Como mi profe es superbuena gente y me ha dicho que le puedo entregar writing libres, espero continuar esta historia... Pero después de las vacaciones, cuando se me pase el agobio de que no voy a aprender nunca inglés...

martes, diciembre 09, 2008

Mis regalos de NYC

No sé si lo sabéis, pero mi hermana, la que se casó, difrutó de su luna de miel en Nueva York. Esta es una de mis ciudades imprescindibles, es decir, uno de esos lugares a los que espero ir algún día antes de que esté demasiado desmejorada como para disfrutarlo. Y como mi hermana no puede pagarme el viaje, decidió traerme un trocito de la Gran Manzana, que me ha encantado.



Pienso lucir esta pedazo de camiseta pero que YA y desayunar cada día con la taza... Porque, digo yo, que si la foto del mar me ayudó a aprobar la oposición (mi objetivo era poder vivir en una casa frente a la costa asturiana), tomar mi té (muy británico por cierto) cada día viendo NYC será un empujoncito para lograr ir este año a 'the USA' (bueno, o el que viene, que la economía anda mal).

Ah, y si consigo descubrir a que altura debo ponérmelos, os pondré una fotita con los vaqueros que también me ha regalado... Pero es que estos americanos tienen el cuerpo raro, os digo yo que los pantalones tienen un corte un pelín especial...

miércoles, diciembre 03, 2008

Peluquerías

¿Qué tendrán las peluquerías que a todos nos atontan? ¿Será el olor a laca y champú de tratamiento? ¿El calorcito que dan los secadores? ¿Que tienes tu cabeza (preciada posesión) en las manos de otra persona?
No sé qué será, pero es cierto que a la mayoría de nosotros la cabeza se nos va cuando entramos en una peluquería y nos dejamos manejar, zarandear y estirar de lo lindo sin decir casi nunca ni mú. Y debo confesar que suelo ser bastante dura en las peluquerías. No me importan los cortes que me hagan (el pelo crece), pero no suelo dejarme convencer para que me hagan mucho más de lo que quiero... Hasta hace poco.
Desde que se acercaba la boda de mi hermana y la ayudé a buscar peluquería para ese día, he caído en el vicioso círculo de los ciudados del cabello y mis gastos en peluquería se han disparado de tal manera que prefiero ni sumar lo que llevo pagado en los últimos tres meses. Y es que, encima, como cambié de peluquería y mi nueva peluquera me cae bien, ¿cómo le digo que no?
Porque resulta que ella ha sido la que me ha descubierto todo un mundo de posibilidades. Tras años de pelo apagado, que parecía un manojo de cereales pochos en lugar de algo vivo, me enseñó que con una cosita que apenas se tarda en aplicar en la pelu, mi cabello brilla como nunca y sus tonalidades naturales (que no sé por qué se están volviendo a aclarar, yo que pensaba que iba a acabar morena del todo) reviven e iluminan mi cara.
También he aprendido que si usas productos específicos y te das un baño proteínico cada dos meses, ocurre que tocar el pelo es como tocar un foulard de seda: la mano te pasa suavemente y notas la calidez del pelo, la suavidad...
Sin olvidar, que, después de meses de dudas y pensamientos, decidí darle el toque lila (ahora rosa) a unos mechones, con lo que estoy encantada por mi nuevo look...
Y claro, si compruebas que es cierto que tu pelo ahora está más sano, luce más, mola más e invita más a ser tocado (¡con lo que me gusta que me acaricien el pelo!), pues una visita (sin voz para quejarse) a la peluquería simplemente para cortar y sanear se convierte en una sesión de tratamientos y potingues que, sí, que vale, me dejan el pelo que ya quisiera la Eva Longoria esa, pero que también vuelven a dejar mi bolsillo tambaleante...
Claro que, ¡y lo mona que estoy!
Eso sí, prometido, la próxima vez que entre a la peluquería no conseguirán echarme ni un triste acondicionador específico... Corte y secado y nada más...

lunes, diciembre 01, 2008

Razones para ponerse a estudiar

La mierda de sueldo que tengo.
Cambiar de organismo.
Superación personal.
No tener nada mejor que hacer porque estoy de baja.
El frío que no acompaña para salir a la calle.
Las posibilidades de independizarme de una vez por todas y a ver si ya para siempre (que cuatro vueltas a casa son demasiadas hasta para mí).
Las malditas cuerdas vocales que me impiden estar horas hablando (Movistar seguro que ha notado mi enfermedad).
Los meses que van pasando y acercan cada vez más el examen.
Las ganas de restregarle a más de uno que seré administrativo.
No querer seguir estudiando a los 40 años.
El deseo de cambiar de vida radicalmente, pero teniendo algo seguro en España.
Dejar de escuchar a la familia preguntando si ya estoy estudiando.
El apoyo incondicional de mis lectores bloggers.
Todas estas razones, enumeradas sin orden ni concierto, y a pesar de que cada vez que me pongo a estudiar me acuerdo de J., han logrado que consiga estar dos horitas seguidas frente a los apuntes (y estudiándolos y todo) y me han animado para convertir el estudio en otra parte más de mi apretado horario diario. Estas las tengo que aprobar a la primera sí o sí.