miércoles, diciembre 26, 2007

Podría ser Navidad

Y sueño despierto ante las maravillas del mundo. Nadie parece verlas y mi sonrisa es observada con cautela, temor, dudas, rencor, tal vez, por no comprender el origen. Y mis ojos logran encontrar a otros que miran y descubren que hay belleza, que detrás de todo, sigue la belleza que parecen querer ocultarse en sí mismos para no ser vulnerables a la dulzura del otro, que también se oculta para huir del propio miedo, cuando lo que hacen es adentrarse en él hasta lo más profundo y perder su esencia.

Sin embargo, el perfume del amor lo embarga todo hasta llenar los pulmones, si bien parece que son unos cuantos los que deciden darse por enterados. Afortunadamente, allí están para zarandear al resto del mundo con un salto al infinito que logrará arrancar las sonrisas del más aguerrido actor del desengaño, porque nadie puede resistirse a la mano tendida sinceramente, a la mirada que abraza sin decir palabra, a la frase sincera que solo quiere querer.


Entonces el sol brilla más alto, la luna engaña a las sombras y las estrellas dejan continuos mensajes cifrados que ahora son entendidos por todos, porque por fin todos miran al cielo para descubrir que son pequeños, pero grandes porque en cada uno de ellos está la posiblidad de cambiar lo que no es del agrado de quienes saben que no están en un valle de lágrimas, sino en un camino serpenteante en el que recoger los gajos de felicidad, mientras la reparten a manos llenas, porque lo que no se comparte no se recibe, porque no hay egoísmo que dé alegría.


Podría ser Navidad, pero no lo es, porque dos semanas no bastan para que el mundo dé una vuelta completa, pero con dos segundos es suficiente para arrancar la pereza del espíritu y llevar el alma hasta donde quieras.

domingo, diciembre 23, 2007

Queridos Reyes Magos


Todos los años escribo mi carta a los Reyes Magos. Lo dejé un tiempo, pero luego lo retomé hace seis años, como un juego de pareja, como una forma de retomar la ilusión de la infancia. Normalmente está cargada de deseos propios, pero este año, como ya no está cerca la persona para quien la escribía, y me he dado cuenta, además, de que está comenzando a haber demasiadas etiquetas 'yo' en este blog, he decidido cambiar mi forma de escribir esa misiva.

Esta vez no será manuscrita, será mecanografiada, y no será para pedir las cosas que quiero para mí, sino que voy a intentar agradeceros todas vuestras visitas con mi regalo para vosotros: un deseo para el próximo año. Mi primera intención era personalizar en cada uno, pero me temo que sois ya muchos (soy afortunada de poder leer a tantas personas que escriben tan bien).

Así que lo que les voy a pedir a los Reyes Magos es que cada uno de vosotros encuentre aquello que está buscando, conserve lo que le dé ahora la felicidad, descubra la riqueza que tiene al lado, se sienta amado y pueda vivir cada momento intensamente, porque es así como se debe vivir la vida.
Un enorme beso para cada uno y ¡FELIZ NAVIDAD!

jueves, diciembre 20, 2007

Berlín


Ya puse por aquí que estoy haciendo un montón de esas cosas que nunca hice. Patinar fue una de ellas, pero otra, creo que bastante más interesante, es que esta Nochevieja me voy a Berlín. ¿Qué hay de novedoso en esto? Que nunca pasé esa fecha fuera de España ni lejos de familia o amigos, que me voy con un grupo de gente bastante numeroso del que sólo conozco a una persona (gracias Anthony por la propuesta), y que es la primera vez que voy a Berlín.



Y ahí es donde quería llegar. Me había propuesto buscar visitas, lugares dónde comer, beber y divertirme antes de hacer el viaje, pero se acerca la fecha de mi partida (el 29 de diciembre) y como soy un desastre lo más que sé es que hablan alemán allí y que hay que ver la puerta de Branderburgo... Total, que me he dicho, aquí todos mis comentaristas habituales y alguno nuevo son unas gentes viajadas y conocedoras del mundo, así que, seguro, pueden darme alguna indicación de valor para que mi viaje sea aún más especial de lo que está siendo (y eso que aún sigo aquí).

De manera que os pido que si alguno fue a Berlín y me puede decir algo que me ayude a disfrutar aún más de mi estancia, pues eso, que me deje un comentario que yo agradeceré mucho.

¡Dios! ¡Aún no me creo que vaya!

lunes, diciembre 17, 2007

Me gustaría saber muchos por qué, escucharlos, leerlos, percibirlos, entenderlos, manosearlos hasta gastarlos por haberlos asumido completamente, hasta que no me importaran.
Me gustaría que ya no tuvieran ninguna importancia, que no hubieran aparecido en mi mente desvelando mis noches en preguntas sin respuesta, círculos viciosos, divagaciones sobre qué te movió, cuando seguramente ni siquiera tú sabes qué te movió, porque realmente te quedaste quieto.
Y los otros, el resto de porqués se rebelan y saltan a la palestra cuando aparecen los nuevos que te rodean. Y ya no puedo dormir, porque se apretujan lágrimas, risas, recuerdos incompletos porque preferí olvidar, personas que vinieron y fueron, las que quedaron sin estar, las que están sin quedarse cerca; situaciones repetidas una y mil veces para intentar borrar la verdadera, razones que no aparecerán nunca porque, seguramente, no hay motivos que entender, solo hechos pasados que valdría más olvidar, como debería olvidar tu presencia, o ¿debería decir ausencia?

sábado, diciembre 15, 2007

Mis ojos no te miran porque yo no miro al suelo

Frase lapidaria donde las haya y que me ha cambiado la vida. Bueno, exagero, pero creo que es una gran expresión. Así que, con mi agradecimiento a Pasaelmocho, que me la brindó gracias a su impagable Plumas y hits, aquí os dejo de donde sale tan memorable sentencia. Y hay que decirla con garbo.


Para los que queráis corearla:

No,

No mires a tu alrededor

Ni busques en tu corazón

Excusas baratas, tú

No tienes perdón

No trates de recuperar

Historias que me hagan llorar

Mis lágrimas son de hielo

Ya no miro atrás

Ahora

Mi cabeza bien alta va

Mis pies sólo quieren caminar

Mi cuerpo me pide guerra

La pienso encontrar

Ahora no me quiero rendir

Tus ojos no me hacen sentir

La puerta la tengo abierta

Y voy a salir

Miénteme o engáñame

Porque mi vida sólo cambia

Si me cambias los recuerdos

ahora lárgate, despídete

Porque mis sueños te han borrado

tú lo sientes, lo presiento

Y piérdete, olvídame

Es que mis ojos no te miran

Porque yo no miro al suelo

Esfúmate: tu nombre se borró

Escápate: no tienes solución

Sí, ahora tengo yo el control

Se te acabó la diversión

Perdiste tu tiempo, ya

Me siento mejor

Recoge tu desilusión,

Tus trapos y tu falsa moral

La suerte cambió de dueño

Llegó tu final

Miénteme o engáñame

Porque mi vida sólo cambia

Si me cambias los recuerdos

ahora lárgate, despídete

Porque mis sueños te han borrado

Y tú lo sientes, lo presiento

Y piérdete, olvídame

Es que mis ojos no te miran

Porque yo no miro al suelo

Esfúmate: tu nombre se borró

Escápate: no tienes solución

La verdad es que nunca he sido mucho de Marta Sánchez (sí de Alaska), pero es que esta canción no sólo tiene esa frase, tiene otras muchas, no sé si por el momento que vivo o porque todas nos encontramos situaciones así a lo largo de nuestra vida. En cualquier caso, espero que la disfrutéis tanto como yo.


La esperanza es lo último que se pierde. La esperanza es verde. No, es naranja, roja, amarilla, lila, rotunda, multicolor porque puede inundarlo todo, iluminarlo todo, secar las lágrimas, levantar los ánimos, provocar sonrisas, recobrar miradas, alzar mundos, acabar palabras inacabadas.
Da igual lo profundo que sea el agujero, la poca luz que se vea al final del túnel, en el corazón siempre queda el minúsculo resquicio que se llama esperanza, raíz imposible de arrancar que da fuerzas en la flaqueza y recuerda que la vida está para vivirla y hay que continuar porque siempre podrá venir algo peor, pero también algo mejor que devuelva a nuestros días el brillo de cualquier tiempo pasado que ahora nos parece mejor, pero que, en su momento, pudo ser tan gris como cualquier foto envejecida por el paso del tiempo al estar olvidada en algún rincón oscuro en el que castigamos los malos sabores que pretendemos erradicar de nuestros recuerdos.
No hay pena sin esperanza porque hay que sobrevivir, pero también porque está en nosotros la capacidad absoluta de reponernos y saber vivir los malos tragos y llegar a convertirlos en buenos o, al menos, transformarlos con el color de la esperanza para alcanzar unas metas mucho más halagüeñas, como es la felicidad que todos buscamos.
Y porque la felicidad está en las pequeñas cosas, la esperanza no necesita más que ese minúsculo espacio para germinar y crecer, poco a poco, desde el corazón hasta extenderse por todo el cuerpo y atacar el alma que se siente decaer. Cuando llega al espíritu es ya imposible desprenderse de ella. Deja de ser esperanza para ser realidad, porque vivimos lo que nos hizo mirar más allá de lo que provocó la despesperanza o la tristeza, miramos a la luz que creíamos perdida.

Suntzu me pidió que escribiera de la esperanza, pero más que escribirla puedo sentirla, porque siempre la he tenido, porque siempre me he apoyado en ella.

Cosas por hacer

Éste se está convirtiendo en el año de hacer muchas cosas por primera vez, o de convertir en realidad todos los proyectos que siempre fui retrasando en mi vida. No es que tenga una lista, ni siquiera un propósito claro de acabar con las tareas pendientes, pero el caso es que pasan los días y veo con felicidad como supero retos o cumplo sueños tantas veces relegados.




Esta semana le ha tocado el turno a los patines. Desde pequeña quise patinar. Soñaba con esos patines blancos de bota y cuatro ruedas que tenían muchas de mis compis de colegio y que jamás logré. De hecho, la única vez que salí a patinar de niña llevaba unos cacharros antiguos de metal que hacían más ruido que deslizarse y con los cuales me caí (a pesar de su poca rodadura) como diez veces de culo, suficientes para decir 'nunca mais'.

Pero gracias a mi hermana pequeña (que ha cedido sus patines gustosamente) y un amigo que ha insistido hasta lograr sacarme a la pista (después de decirle yo '¿patinas?, me tienes que enseñar' hace semanas, pero luego, como siempre, no decir ni mú), el pasado jueves decubrí que hay otro deporte más que me gusta (debo reconocer que ésto ha asustado a más de uno que conozco).

¡Como me mola patinar! ¡Cómo disfruto dando vueltas tontas! ¡Que me encanta la sensación de comprobar que voy controlando los patines, que me puedo emocionar y acelerar un poco más y mirar al frente! ¡Cómo me he reído!

En tres horitas pasé de ir 'madre que me la pego, yo mejor no me deslizo, apoyo los patines' a '¿y si pruebo a dar la vuelta hacia el otro lado?; ¡uy, voy a mirar para el frente que estos vienen muy acelerados y mis pies no me avisan de que se acerquen!'. Es ¡tan divertido!

Sólo me caí dos veces, una porque descontrolé un poco y posé mi culo en el suelo con cierto estruendo (mis huesos, que suenan mucho y no tengo tanta amortiguación desde que adelgacé) y la segunda porque mi amigo insistió en que me tirara para quitarme el miedo (que es verdad, que no duele, que no pasa nada si te caes).

Así que tengo tarea nueva: encontrar un día entre semana para dedicarle al patinaje y no dejarlo, porque, como dice mi amigo (un sol, dijo asombrarse de mi rápida adaptación a patinar), en un mes quiero unos patines de los buenos y empiezo a probar ¡¡con las volteretas!!!!

A este paso, voy a tener que buscarme nuevos sueños y retos, porque no pienso volver a aplazarlos.
P.D.: Gracias a mis compis de desayuno que aguantan mis subidones y mis paranoias cada vez que descubro otra cosa que me hace disfrutar. Son muy pacientes y lo mismo hasta se animan a venir conmigo.

lunes, diciembre 10, 2007

Cadáver exquisito

Primero pongo el último párrafo que me ha dejado Suntzu:

"De todas formas" pensó, "tampoco es para tanto".Mira tú por dónde, en una vuelta de tuerca inesperada el asqueroso brebaje había hecho el trabajo sucio por él. Pero antes de lo previsto.No había tenido tiempo de rematar su plan.Una sonrisa burlona asomó a sus labios. "La pesada de S. y sus planes de boda. Hay cada loca suelta por ahí...". Ahora estaba libre de nuevo. Libre...y a la caza de una nueva presa.

Ahora añado mi aportación, sólo incluyo el último párrafo de lo que he escrito, el resto lo colgaré cuando continúe quién sea:

Pero Sir Robert no quiso seguir pensando en kefir ni en bodas, sino que salió rápidamente de la habitación en la que reposaba el cadáver y dirigió sus pasos hacia la casa del Principal, donde la hija de este mandamás sin escrúpulos le esperaba ilusionada como una colegiala y pensando que se encontraba enamorada de un gran astronauta que le llevaría a su luna particular.

viernes, diciembre 07, 2007

Maravillosa criatura

No sé por qué esta canción me llega al corazón, me revuelve por dentro y me da esperanzas, o no. No sé, el caso es que me encanta y quería compartirla. Espero que la disfrutéis tanto como yo.



Y aquí va la letra:
Molti mari e fiumi
attraverserò,
dentro la tua terra
mi ritroverai.
Turbini e tempeste
io cavalcherò ,
volerò tra i fulmini
per averti.
Meravigliosa creatura,
sei sola al mondo,
meravigliosa paura
di averti accanto,
occhi di sole
bruciano in mezzo al cuore
amo la vita meravigliosa.
Luce dei miei occhi,
brilla su di me,
voglio mille lune
per accarezzarti.
Pendo dai tuoi sogni,
veglio su di te.
Non svegliarti, non svegliarti ancora.

Meravigliosa creatura,
sei sola al mondo,
meravigliosa paura
di averti accanto.
Occhi di sole,
mi tremano le parole,
amo la vita meravigliosa.

Meravigliosa creatura,
un bacio lento,
meravigliosa paura
di averti accanto.
All’improvviso
tu scendi nel paradiso.
muoio d'amore meraviglioso

jueves, diciembre 06, 2007

Espejismos


Siempre veo espejismos, nunca entiendo la realidad que me rodea, o la entiendo de otra manera. Camino con pasos seguros por terrenos pantanosos ignorando las tierras movedizas porque no sé de su existencia, ya que mis ojos parecen cegados por las luces que sólo yo consigo ver en un mundo más gris que rojo, más oscuro que naranja, más cerrado que espacio infinito.

Malinterpreto sola o acompañada, aunque la soledad es una buena opción para vivir en un lugar que es sólo mío y en el que pocos entran, porque serían incapaces de encontrar el camino hacia la lucidez extraña que marca mis pautas y señala las rutas retorcidas que son rectas en semejante entorno de maravillas que no son más que imágenes difuminadas de una existencia real por estar en el mundo, irreal por imposible si no fuera porque la estoy viviendo a cada segundo, a cada latido de mi corazón, últimamente demasiado disparado como para pretender aplacar sus ansias de saltar dentro de mi pecho para dejar de marcarme los momentos que debía, al convertirse en una continua alarma.

Sueños hechos realidad que son, en realidad, oníricos momentos vividos con los ojos cerrados, porque abrirlos habría supuesto romper la magia que me llevó a creer en lo que no es cierto, porque sé que no creo, sólo intuyo espacios en blanco que relleno con lo poco que me queda después de haber emborronado cientos de páginas que cuentan muy poco de lo que en realidad soy, y podría llegar a ser la estrella que ilumine mis noches, salvo por el pequeño detalle de que es la luna la que rige los vaivenes del estadio onírico en el que parezco encontrarme cuando froto mis ojos y no encuentro la explicación que estoy buscando, porque las palabras de otros murieron en sus bocas antes siquiera de que llegasen a pensar que debían pronunciarlas.

Explicaciones innecesarias que todos buscamos una y otra vez, quedándonos con las ganas de agarrar la mano tendida hacia otro lugar para apartarla del camino y llevarla al reservado en el que queremos revisar cada centímetro de alma para ver si logramos comprender lo que se nos ha sido negado, ocultado o callado por los motivos que no entenderemos, aunque rebusquemos en los lugares equivocados.

martes, diciembre 04, 2007

Supongo que algún día dejaré de llorar. Bueno, lo sé. Sin embargo, no hago más que encontrar retazos de ti que llevan las lágrimas a mis ojos de manera incontrolable y en los sitios más insospechados. Me gustaría que fueran las hormonas, pero sé que ninguna regla dura tanto, sé que es lo que toca porque, como me dicen por ahí, me ha llegado el luto y hay que pasarlo.

No sé qué ha sido más difícil, pero está claro que mi situación no lo está siendo, porque nunca me ha gustado ser la mala (que me da igual lo que digan muchos, que lo soy, lo sé, lo asumo), porque no soy mala y todo lo que hago es por intentar que ninguno sufra, que las cosas sean fáciles.

Y olvido fechas por no recordarlas, y evito mensajes por no hacernos más daño, y dejo a un lado el teléfono para que las voces no se quiebren.

Sigo, continuo, levanto la cabeza, me visto de sonrisas y aparco los pensamientos que me golpean porque sigues ahí y tendré que hacer más pequeño mi espacio hasta que sea capaz de no temblar sólo por ver tu nombre.

Y dudo de todo, sabiendo que no dudo, que estoy firme en mis convicciones (Alaska me ha enseñado mucho), pero que duele, duele, duele, duele y el corazón se encoge dentro del pecho, y las noches se vuelven a hacer largas, y los días pasan eternos, y la desesperanza acampa a sus anchas, aunque cada vez le dejo menor espacio porque amar es demasiado grande como para que se acabe en una persona.

Si el amor tiene fecha de caducidad, deberían ponérsela también al desamor, al menos así tendría el consuelo de un día concreto en el que me despertaré y sabré que pasará el día y no pasará nada, que leeré tus palabras y ya no serán afiladas, que pensaré en lo que sea y no vendrán las lágrimas.

Foto de Joana Miranda, extraída de http://www.olhares/.com

lunes, diciembre 03, 2007

Gracias Sagutxo

Desde esta tarde estreno nuevo diseño, más limpio, más claro, más naranja en algunos aspectos y con títulos más grandes, como alguno pedía por ahí. Todo ello por obra y gracia de las manos, la mente y la gran generosidad de Sagutxo, a la que he robado parte de su tiempo de descanso para que convierta mi espacio en algo más límpido.
Así que, muchas gracias Sagutxo, por haber embellecido mi pequeño hogar internauta y por aguantar, encima, mis exigencias. Ahora sólo queda seguir llenando de palabras la claridad que ahora tiene este blog.
Y a los demás, ¡que lo disfrutéis tanto como yo!

domingo, diciembre 02, 2007

Añoranzas


Te echo de menos. Aunque haya sido yo la que ha decidido salir de tu vida, aunque sepa que es lo que tenía que hacer. Te extraño. Extraño tus miradas de enamorado, que se habían perdido en los primeros días de estos años y que añoraba antes de dejarte atrás, de dejarme marchar.

Echo de menos tus caricias. Esas en las que cogías mis manos, jugabas con mi pelo, me hablabas sin palabras... Me pregunto por tus sonrisas, las que contestaban a las mías o las que me arrancaban de mi abatimiento, las que dejaste de prodigarme porque nuestra vida se convirtió en recriminaciones, porque tampoco yo sonreía.

Añoro tus palabras, las que me hacían reír, las que me hacían pensar, las que me acompañaban en mis dudas, las que daban consejos sin darlos. Extraño nuestros silencios, los que decían tantas cosas, los que nos hacían sonreír porque estábamos al lado.

Echo de menos todo tú, porque marcaste mi camino, porque tiré de tus pasos, porque caminamos juntos y construimos algo.

Pero no extraño las diferencias, ni las discusiones, ni las desilusiones por esperar algo que nunca tendría, que no llegaría jamás porque nunca te has dado cuenta, porque no supe explicarlo, porque lo expliqué y no supiste verlo.

Te añoro y sé que dejaré de hacerlo, porque engrandeciste mi corazón, pero también lo dañaste como solo quien ama puede ser dañado.

Pero ahora te extraño, y el nudo que ata mi garganta sube como lágrimas hasta mis ojos y me gustaría que este tiempo acabara, porque dura demasiado para permitir que mi alma pueda reconciliarse con todo lo que de ti amo y seguir el camino en el que algún día podamos encontrarnos sin recriminarme lo que ahora hago.

Rien de rien

Non!

Rien de rien...

Non !

Je ne regrette rien

Ni le bien

Qu’on m’a fait,

Ni le mal,

Tout ça m’est bien égal!

Non!

Rien de rien...

Non !

C’est payé,

Balayé,

Oublié,

Je me fous du passé !

Avec me souvenirs

J’ai allumé le feu,

Mes chagrins, mes plaisirs,

Je n’ai plus besoin d’eux !

Balayé les amours,

Avec leurs trémolos,

Balayés pour toujours

Je repars à zéro...

Non!

Rien de rien...

Non !

Je ne regrette rien

Ni le bien

Qu’on m’a fait,

Ni le mal,

Tout ça m’est bien égal !

Non!

Rien de rien...

Non !

Je ne regrette rien

Car ma vie,

Car mes joies,

Aujourd’hui,

Ça commence avec toi !

Simplemente me apetecía...

sábado, diciembre 01, 2007

Costumbres

Es curioso cómo nos acostumbramos a las cosas y no nos gustan que cambien. Nos fastidia que cierren nuestra cafetería habitual, que trasladen nuestro kiosco, que reorganicen las tiendas y supermercados a los que acudimos normalmente... Y si se trata de personas, peor todavía.
Últimamente se están yendo de mi vida, o alejando algo, bastantes personas. Algunas muy cercanas, a las que me está costando mucho decir adios.
Otras, son conocidos, pero con los que he conectado, que se han hecho parte de algunas de mis rutinas. A estos los echaré mucho de menos, aunque ellos no se den cuenta o no lo entiendan, porque nuestros contactos hayan sido esporádicos. Pero son personas que han hecho por mí algo muy importante, y no se han dado cuenta. Sólo por estar ahí y ser como son han contribuido bastante a mi reconciliación con mi ciudad, con mi pasado, para hacer posible y más fácil mi presente.
La gran mayoría de ellos se han ido porque han encontrado algo mejor, para su vida personal, profesional o ambas, y me alegro muchísimo por ellos, pero eso no resta que sienta algo de pesar en mi corazón, porque sé que, aunque se queden cerca, no será lo mismo.
Además, a ellos se unirán pronto otros, no por su partida, si no por mi traslado. Y sé que algunos quedarán y seguiré viéndolos, pero el resto se perderá entre aquellos que un tiempo vi a diario...
No me gustan las despedidas y no me acostumbro nunca a que personas que aprecio desaparezcan de mi vida. Sé que cada uno debe tomar su camino, pero me resisto a convertir a personas en meras paradas de descanso, ojeadas al interior de la casa cerrada.
Sé que no puedo hacer nada, pero lo intento todo, a veces funciona, a veces consigues seguir la pista y que te la sigan a ti. Porque no me gusta poner fecha de caducidad a las amistades, porque amigos de verdad hay muy pocos, pero hay muchos que podrían llegar a serlo si nos diéramos mutuamente la oportunidad. Pero es duro arriesgar cuando sabes que te marchas.
Supongo que es la vida. Pero no por eso va a dejar de fastidiar. Supongo que no me acostumbraré nunca. Y, que no lo haga, será una buena noticia.

La nueva Dorothy


Llevaba años queriendo unas botas de estas que parecen de boxeador, pero nunca las compré. Sobre todo me frenaba porque intento que mi estilo vuelva a ser un poco menos informal. Pero, como dice Suntzu (gracias por animarme), estas son mis botas de Dorothy, que combinan mi lado 'macarrita' con mi lado glamouroso.


Y me gustó esa idea. De hecho, nada más me las ponga pienso chocar mis talones, porque, con suerte, caigo en el camino de baldosas amarillas y puedo pedirle al mago de Oz mis deseos. O me puede llevar a mi hogar, que como ahora mismo no tengo muy claro donde está, sería una gran ayuda.


A mi león cobarde, mi espantapájaros asustado y mi hombre de hojalata ya los tengo, afortunadamente desde hace tiempo. Así que me queda matar a la bruja mala (¿del oeste?) y seguir el camino de baldosas amarillas, con sus subidas y bajadas, sus puentes y sus recovecos peligrosos.

Soportaré huracanes y cantaré todo el tiempo, sin importar que miren los cuervos, ni los ratones, porque sola o acompañada tendré mis zapatos mágicos que me evitarán caer en los pozos negros que el mago quiera ponerme en el camino para no descubrir su secreto.

Y, al final, sólo tendré que volver a chocar los tacones de mis zapatos para salir volando y despertar de un sueño que no es más bonito que mi realidad, pero sí más coloreado...